Desastre. El terremoto destruyó el 60 por ciento del Producto Interno Bruto de Haití, por lo que será difícil afrontar la situación, señala el primer ministro de ese país.
PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ. -El primer ministro de Haití, Jean Max Bellerive, dijo que se han contabilizado ya más de 200 mil muertos tras el terremoto que asoló a Puerto Príncipe y precisó que esta cifra no incluye los cadáveres que quedaron bajo los escombros ni las víctimas enterradas por sus propias familias.
Bellerive ofreció estos datos durante una comparecencia en el Senado, donde planteó a la cámara legislativa la necesidad de cambiar la estructura del Gobierno para poder afrontar la crisis derivada del sismo.
"El Gobierno, tal como está constituido ahora, no puede aportar resultados frente a esta situación", dijo el jefe del Ejecutivo, quien ofreció como alternativas formar un ejecutivo de crisis, con una redefinición de la misión de los ministros, o dejar el Gabinete tal como está y crear, además, un Comité Nacional de Crisis.
Convocado por los senadores a informar sobre la situación tras la catástrofe del 12 de enero, Bellerive lanzó esta propuesta y pidió al Senado su discusión en la sesión de hoy, al considerar que se trata de un asunto esencial en estos momentos.
En un balance global de la gestión del Gobierno, explicó que tras el temblor fue necesario adoptar medidas urgentes para conseguir el restablecimiento de las comunicaciones, la retirada de los cadáveres de las calles y la reordenación del tránsito en la devastada capital.
Mencionó también la urgencia en lograr de nuevo la disponibilidad de carburante y la gestión de la atención a los heridos en los hospitales, así como relanzar las actividades comerciales y organizar la coordinación de la ayuda internacional.
Todo ello se consiguió con cierta normalidad menos la coordinación de la ayuda, que se ha convertido en la "cuestión caliente" de esta crisis, señaló.
Bellerive se refirió a la existencia de problemas de infraestructura en el aeropuerto de la capital, lo que impidió en los primeros momentos la llegada de aviones, y dijo que en la distribución de la ayuda hay "una frustración de la población y también una frustración del Gobierno".
Según él, el problema principal es que la ayuda pasa por las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) en vez de por el Gobierno, cuando "muchas de las ONG no estaban listas para ello".
Además, explicó que existe otro problema en la distribución de la ayuda porque los damnificados del terremoto se confunden con otra gente pobre que ya estaba viviendo en una situación de precariedad antes de la catástrofe, lo que dificulta el reparto y crea "tensiones".
El primer ministro afirmó que las ONGs "se peleaban entre ellas mismas" por la gestión de la ayuda y dijo que ahora hay "discusiones extremadamente difíciles" entre el Gobierno, los proveedores de fondos y las citadas organizaciones, por lo que expresó su deseo de llegar a un acuerdo entre las partes.
En su opinión, la cuestión no es reconstruir lo que fue destruido, ya que la situación antes del 12 de enero no era buena en términos generales, y subrayó que 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Haití quedó destruido en 35 segundos, por lo que será difícil.
Calderón propone plan 'Marshall'
La ONU dijo que la situación de seguridad en Haití es ''estable, pero potencialmente volátil'' luego del terremoto del mes pasado, y agregó que un grupo armado atacó una caravana de alimentos en el aeropuerto de Jeremie, en el Suroeste del país.
La oficina de asuntos humanitarios de la ONU dijo que soldados de paz de la ONU hicieron disparos de advertencia y que no hubo heridos.
La organización internacional dice que la policía nacional haitiana está incrementando las patrullas para prevenir la violencia y que el sábado capturó a 33 prisioneros escapados.
La portavoz de la Organización de las Naciones Unidas, Elisabeth Byrs dijo ayer que numerosos prisioneros seguían prófugos luego que sus penales se desplomasen durante el sismo del 12 de enero.
Cuatro expertos de derechos humanos de la ONU han advertido del creciente riesgo de que niños haitianos sean secuestrados, esclavizados o traficados.
El presidente Felipe Calderón propuso un "Plan Marshall" para rescatar a Haití, tras el devastador sismo que dejó miles de muertos en enero pasado. A pregunta expresa de un periodista sobre lo que necesita Haití, tras el terremoto, el mandatario mexicano explicó al respecto que es necesario "un programa profundo de reconversión. Si me permite la expresión, se requiere, toda proporción guardada, pero se requiere un Plan Marshall para Haití".
Explicó que se necesita "un programa de reconstrucción enorme, no sólo de la ciudad, la infraestructura básica, sino también que pueda verdaderamente reimpulsar Haití de las condiciones lamentables de miseria en las que ha vivido". Habló de la necesidad de "convertir a Puerto Príncipe, por ejemplo, en un puerto eficaz para labores logísticas de comercio y reconstruir sitios turísticos con el resguardo del orden internacional para poder generar ingresos".
Indicó que si algo ha dificultado la ayuda en Haití es la falta de una logística operacional.