Milton Friedman, Nobel de Economía, dice: "la responsabilidad social supone un gasto adicional. Cuando las relaciones sociales empiezan a callar amenazan la supervivencia. Si desaparece la responsabilidad social, los beneficios desaparecen y la importancia del conflicto reside en el interés de ganancias a corto o largo plazo".
Le comparto algunos datos y reflexiones:
La contaminación del hombre, a la tierra, tal vez empezó con las primeras hogueras productoras de bióxido de carbono y algunos cavernícolas pagaron el precio muriendo asfixiados en sus cuevas.
El plomo y el arsénico, son particularmente dañinos.
En 1925, se añadió plomo a la gasolina, para mejorar la combustión y al acusarlos de contaminar y dañar la salud, los fabricantes afirmaron: "era tan poca la cantidad como para entrañar algún peligro". Desde 1924, en una fábrica de etilo -nombre de carburante- los trabajadores de Standar Oil, presentaron daños neurológicos, muriendo 18 de ellos. Adujeron se debía a que "trabajaban demasiado".
En La Laguna, sabemos del problema de contaminación desde hace decenas de años y nadie hace algo verdaderamente efectivo.
Frank Howard, petrolero, en EUA, definió al petróleo como "regalo de Dios, esencial para nuestra civilización" y una comisión nombrada para estudiar los efectos declaró que no había razones para prohibirlo.
Para 1936, el 90% de la gasolina utilizada en EUA, contenía plomo, ocultando su toxicidad por décadas. En 1950, los fabricantes de automóviles iniciaron una campaña para que el gobierno limitara la emisión de gases contaminantes, pero en 1959, el servicio de salud pública, permitió se aumentase la cantidad en las gasolinas.
Para 1973, EUA inició la eliminación progresiva del plomo en gasolinas y entre 1964 -1981, el entonces vicepresidente George Bush, propuso eliminar su adición a carburantes. En el 2000, la Comunidad Europea también lo prohibió, pero actualmente se consume en muchos países tercermundistas.
En La Laguna, nos abruman los vehículos chatarra, altamente contaminantes, sin respuesta efectiva de las autoridades.
Concentraciones de plomo, mayores a 10 microgramos por decilitro, afectan las capacidades intelectuales de niños, existiendo una corriente que afirma es causa de cataratas y otros problemas de degeneración ocular; en La Laguna, nos justificamos culpando únicamente a Peñoles.
Hace 30 años, el Dr. Pascual Hernández Román, denunció el daño por arsénico. Nadie respondió.
Nuestros pozos de agua tienen altas concentraciones de arsénico y 24 de 78, son verdaderamente tóxicos, con más de 0.025 mg/l, promotores de cáncer y mutaciones. Las autoridades aún no reaccionan efectivamente y discuten cómo aplicar recursos y/o "cargarnos la cuenta".
Se sabe que la contaminación del aire es más peligrosa de lo que se suponía, además del daño a las vías respiratorias, incluya cardiopatías, falta de desarrollo infantil y probable falla en el desarrollo pulmonar.
También sufrimos por los xenobióticos, partículas agregadas al medio natural: jabones, pesticidas, herbicidas, cosméticos, conservadores, medicamentos etc., algunos de ellos aún presentes en la tierra, -DDT y plomo-. En La Laguna, no contamos con datos concretos, por negligencia o ignorancia, aunque expertos mundiales en contaminación demostraron cambios genéticos transmitidos por medio del cromosoma Y.
El mercurio es otro caso: altamente tóxico, es utilizado para producir cloro-álcalis en el blanqueado de papel, equipos electrónicos, pinturas, termómetros, laboratorios de investigación y elaboración de pastas dentales, por ejemplo; en la región, no contamos con mediciones científicas de la eliminación de tales contaminantes y tampoco poseemos un censo certificado de industrias y sus emisiones; consecuentemente, también estamos indefensos.
En Irak, -1971- se distribuyó trigo para siembra y a pesar de la advertencia, algunos pobres lo utilizaron para hacer pan; 500 personas murieron y 6,500 fueron hospitalizadas. En México hemos importado y distribuido leche contaminada.
En la ciudad pesquera de Minamata, Japón, una planta química vertió residuos al mar, contaminando al plancton y éste a los peces, que fueron ingeridos por ribereños, pereciendo 46 personas en poco tiempo. En La Laguna, hay estudios de Salubridad y la Escuela de Medicina de la U A de C, que advierten del daño por arsénico: cáncer de piel, riñones, vejiga, etc.
Las reacciones a los solventes orgánicos, son más frecuentes en mujeres fértiles y embarazadas: la vulnerabilidad se debe a que las membranas placentarias son fácilmente atravesadas, llegando al feto, quedando expuesto a mayor riesgo de intoxicación. No pierda de vista que el lecho seco del Nazas, frecuentemente es contaminado con residuos químicos y luego de la noticia, nunca aparecen los culpables.
Actualmente, la moda es hablar del daño por arsénico, sin ser novedad para nuestra Región. Fuera de las propuestas y discusiones, nadie atiende, de fondo, nuestros problemas, aunque algunas organizaciones empresariales exijan, vía medios de comunicación, que: "se haga algo" para remediarlo.
Nos urge la aparición de un líder social que nos inspire y motive a buscar el cambio; desgraciadamente sólo recibimos respuestas políticas mediáticas, aumentando nuestra desesperanza. ¿Está dispuesto a apoyarlo cuando aparezca?
Ydarwich@ual.mx
