El Sr. Donald Gardner, dueño de un lote de partes usadas para autos y camionetas, se quejaba con una de sus clientes acerca de lo caro que le habían cotizado desarrollar una página web para su negocio. Su cliente, la Sra. Padalino, le comentó que sus hijos gemelos de diez años de edad acababan de terminar un curso en un campamento de computación. Le propuso al Sr. Gardner pedirle a los gemelos que desarrollaran la página web del negocio y que les pagara a los niños lo que él creyera que merecían por su trabajo si éste le satisfacía. El Sr. Gardner dijo: "¿Por que no?".
Aproximadamente un mes después, el Sr. Gardner estaba sorprendido y muy complacido por los resultados desarrollados por los gemelos Padalino, pues le entregaron exactamente el tipo de página que él quería y que tanto tiempo había tenido en mente.
Sacó la chequera dispuesto a firmar un cheque de 2 mil dólares, pero los muchachos le dijeron que le cobraban sólo 700. (Los lectores que deseen ver la página desarrollada por los niños Padalino lo pueden hacer en el sitio www.wrightstownusedauto.com/, al final de la página podrán ver la leyenda: Website designed and maintained by Rossie's & Scotties Website Development Company).
Hoy, los niños están posicionados muy por delante de nosotros los adultos en el área de tecnologías de la información, por ello no es de extrañarse que puedan desarrollar negocios a muy temprana edad.
La paga que pueden obtener por sus servicios es tal que muchos profesionales los envidiarían. Por supuesto que los profetas de lo inevitable argumentarán que es un alto riesgo disponer de esas cantidades de dinero a tan corta edad pero para ello está la guía y asesoría de los padres y maestros.
Podemos confiar en un adolescente o en un niño para que diseñen una página web si estamos dispuestos a que probablemente en los primeros intentos no nos dé lo que esperamos o que en el camino pierda interés en el trabajo por las distracciones propias de la edad. Si el trabajo que se encarga tiene presiones de tiempo (la mayoría las tiene), si se trata de un trabajo crítico o se quieren hacer a través de la página transacciones complejas o si se manejarán datos con necesidades de seguridad extremas, eso no se le puede encargar a un niño o adolescente (por el momento). En los casos anteriores se tendrán que solicitar esos desarrollos a especialistas adultos que cobran entre 5 mil y 20 mil dólares. Por supuesto que la página que requería el Sr. Gardner no necesitaba tanta sofisticación y los gemelos Padalino la pudieron diseñar sin problemas y de la misma forma, muchos pequeños negocios pueden acudir a niños o adolescentes con conocimientos suficientes para el diseño de páginas web.
Peter Ingram-Cauchi, quien es director de iD Tech Camps, empresa que opera campos de cómputo a nivel nacional en los Estados Unidos, incluido el campo al que acudieron los gemelos Ross y Scott, dice que "Hay muchachos de 13 años de edad que son excelentes programadores, que pueden diseñar páginas web que incluyen animación y video.
En el caso de los gemelos, la parte difícil fue la entrevista que tuvieron con el Sr. Gardner, por no tener, obviamente, habilidades de interacción muy desarrolladas".
Los comentarios de Peter son por demás interesantes y llenos de certeza. La semana anterior participé en una sesión plenaria de la Secretaría de Desarrollo Económico de Zacatecas, convocada por el Lic. Eduardo López Muñoz, reconocido empresario joven que entre otras acciones es socio fundador de Coparmex de Zacatecas y es hoy el director del ramo del nuevo gobierno del Lic. Miguel Alonso Reyes. En otro artículo me referiré a esta reunión en detalle. Baste por hoy decir que en la mesa de Tecnologías de la Información, en la cual participamos dos personas de la Laguna, se reconoció unánimemente que uno de los principales inhibidores del desarrollo de las empresas de TI lo representa el desconocimiento y la falta de experiencia en áreas administrativas, de planeación y de mercadotecnia de los profesionales de TI quienes técnicamente son de clase mundial pero en sus esfuerzos emprendedores, muchas veces fracasan por falta de apoyo de personas y organismos especializados en esas áreas en que ellos se muestran débiles.
Quien me proporcionó la fuente para este artículo, un lagunero ciento por ciento comprometido por su tierra, me preguntaba: ¿Pueden nuestros hijos, con los conocimientos que tienen, a los mismos 13 ó 10 años crear los productos tecnológicos que los niños que menciona el artículo del New York Times? ¿Están nuestros hijos en condiciones de competir en un mundo globalizado?
Hoy sólo muy pocos pueden, pero, definitivamente que el talento existe en abundancia en los niños y jóvenes mexicanos, comparativamente son tan creativos como los niños de India o Brasil o Chile o los de cualquier otro país que esté siendo exitoso en el desarrollo de TI. En lo que nos hemos visto y nos seguimos viendo lentos, salvo excepciones de algunos estados, entre ellos Nuevo León, Jalisco, el Estado de México y muy pronto Zacatecas, es en el apoyo extraordinario para que esos niños y jóvenes tengan al alcance en la educación y capacitación pertinentes para competir a nivel mundial.
Los esfuerzos del Gobierno son súper indispensables pero también las instituciones de educación pública y privada de todos los niveles deben acelerar esfuerzos coordinados para darle a los educandos los conocimientos y herramientas suficientes y los padres de familia debemos involucrarnos para estar seguros de que los muchachos tengan la disposición y la cultura del esfuerzo para el aprendizaje y que todas estas acciones les permitan a los niños y jóvenes mexicanos, cumplir la primera regla de la competencia: empezar como iguales.
Comarca Lagunera, Noviembre, 2010.
