Noble oficio. Para los boleros de la Plaza Principal su mejor promoción es el servicio que brindan a cada uno de sus clientes. EL SIGLO DE TORREÓN / VICTORIA LUGO
"De aquí sólo nos mueven las lluvias y los terregales", aseguró "El Caminos", quien desde hace 30 años se dedica a la boleada y ahora es parte de los siete boleros que se encuentran en la Plaza de Armas.
Guadalupe Mendoza Triana, "El Corre", platicó que los boleros trabajan los 365 días del año y sólo las condiciones climáticas les dan vacaciones.
Para él y sus otros colegas el buen servicio al cliente es su principal objetivo.
"Nosotros hacemos bien nuestro trabajo para que ellos se vayan satisfechos y regresen", comentó.
Manuel López lleva 20 años en este oficio e indica que lo que más le gusta es todo el proceso del boleado.
"Disfruto todo, desde limpiarlos, lavarlos, ponerles la pintura y sacarles brillo".
EL SUSTENTO
"El Corre" y Manuel, al igual que Agustín Salinas, iniciaron con la boleada desde pequeños, y ahora lustrar zapatos les ayuda a llevar el pan a sus casas.
"Con esto sale para mi comida", señaló Agustín.
Pero no sólo para la comida diaria sale, "El Corre" ha logrado sacar adelante a sus dos hijas con su oficio. "La gente me pregunta que si de aquí sale, y yo les digo que sí, que de aquí saqué para la boda y para darles estudios a mis hijas".
Aunque reconoce que la crisis también les pegó y ya no sacan lo mismo que en otras épocas.
Su buen servicio ha logrado que sus sillas sean ocupadas por hombres y mujeres que buscan que su calzado luzca impecable.