Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

CONTRALUZ

HACER PATRIA, HERMANO

DRA. MARIA DEL CARMEN MAQUEO

Esta semana el Ejecutivo ha anunciado con bombos y platillos el programa oficial de festejos por el bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución. Nuevamente ese choque frontal entre una conmemoración dispendiosa frente a un pueblo sumido en una pobreza progresiva. Se planean gastos exorbitantes para celebrar con espectáculos millonarios a lo largo y ancho del territorio nacional, en tanto los índices de desempleo, encarecimiento de la canasta básica, y extrema violencia sitúan a nuestro país en el concierto de las naciones como un verdadero foco rojo. En el interior de cada uno de nosotros, ciudadanos de clase media surgen sentimientos encontrados, por una parte consideramos un privilegio haber vivido en el año en que se conmemoran fechas tan especiales en la historia de México; por el otro duele formar parte de un país de agudos contrastes, con una estructura jerárquica polarizada, una élite en el poder con privilegios de primerísimo mundo, contra una población rozando la desesperación y la impotencia. Ante esta situación nos preguntamos qué podemos hacer... En nuestro alrededor no parecen vislumbrarse maneras efectivas de cambiar este estado de cosas. La bestia de siete cabezas se planta enfrente y nos obstaculiza ver más allá, atisbar alguna posible salida a la crisis de valores que ha derivado en diversos fenómenos sociales nocivos. Sería entonces éste el momento para enfocar las cosas de otra manera, comenzar cada cual por ver primero lo propio dispuesto a mejorarlo, antes de salir a señalar lo que se encuentra más allá del propio entorno personal. A partir de los lamentabilísimos hechos violentos de las últimas dos semanas, en los cuales la población civil fue víctima inocente en una lucha a muerte entre fuerzas criminales, han comenzado a circular infinidad de correos electrónicos, algunos autorales, otros anónimos, pero todos dando cuenta de la urgencia de frenar esta oleada violenta que amenaza a toda la población. Cada cual muestra su propia versión de los hechos, los personajes dentro de los mismos varían, pero una cosa es cierta, todos estamos convencidos de que urge un cambio. Si nos vamos al fondo de la situación social el común denominador es la crisis de valores que viene padeciendo la sociedad. Como señala la psicología con gran acierto, los adultos de hoy somos la última generación de hijos de padres muy autoritarios y la primera de padres blandos. La rigidez bajo la cual fuimos criados la lanzamos fuera de nuestros hogares y comenzamos a ser los padres complacientes y cómplices de hijos que ahora constituyen ese estrato generacional del cual surgen criminales en potencia. Los padres tuvimos que alejarnos cada vez más del hogar en un intento por cubrir las siempre crecientes demandas materiales del consumismo. Nuestros niños fueron hijos de guardería o de maternal, y de la televisión; ese sentimiento de solitud habría de marcarlos de alguna manera, y en buena medida ahora se está expresando el producto final de aquella fórmula social que inició justo en el seno de nuestras propias familias. Vamos enderezando la nave, vamos haciendo patria hermano: -En los hechos más pequeños de cada día, lejos de las luminarias, por convicción personal, actuando sin que nadie nos vea. -En el saludo al vecino al salir de casa, en no tirar basura, en ceder el derecho de vía y respetar los cajones reservados del estacionamiento. -Vamos haciendo patria en nuestro medio laboral erradicando actitudes negativas como “para lo que me pagan”… Visualicemos nuestro trabajo como una oportunidad que muchos querrían y no tienen. -Comencemos a hacer patria con nuestros hijos, enseñándoles con el ejemplo valores como la honestidad, la pasión y la lealtad. -Vamos haciendo patria con nuestra pareja abriendo una corriente de comunicación y de empatía para que en el espacio que hay entre ambos nazca la solidaridad. -Hagamos patria con los amigos: Esa llamada que hemos ido postergando; la palabra sanadora que nos hemos guardado; ese justo reconocimiento que no hemos dado. -Vamos procurando desde nuestra pequeña parcela personal trabajar por convertirla en un centímetro precioso de nuestro México. -Hagamos patria engarzando las risas de nuestros niños y el caminar de nuestros viejos. Atrapemos la música de nuestros sones y la actitud franca de indígenas y campesinos. -Seamos uno con nuestra flora y fauna mediante su cuidado y preservación. Constituyámonos parte del patrimonio cultural de nuestro México a través de una participación directa en los quehaceres ciudadanos. -Hagamos patria con un pensamiento emprendedor, con un corazón generoso y unos brazos abiertos a la vida. -…Que hijos y nietos no puedan reprocharnos el no haber puesto nuestro mayor empeño por dignificar a este México nuestro hermoso y noble, por el que tantos valientes dieron la vida. maqueo33@yahoo.com.mx

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 500830

elsiglo.mx