Correo Social. Con el paso del tiempo y el uso del teléfono y el internet, la comunicación a través de las cartas ha disminuido. JOSÉ JUAN TORRES QUINTANAR / EL SIGLO DE DURANGO
La señora María Méndez recuerda con nostalgia cuando era frecuente el intercambio de correspondencia; dice que el contenido de las cartas que le envíaba su ahora esposo fue factor determinante para que accediera a casarse con él. Y aunque dice que "a través de las letras se transmite más el sentimiento", reconoce que, en en estos días, prefiere el uso del teléfono.
No es la única. Y es que, actualmente el correo social representa únicamente el tres por ciento del total de la correspondencia que se distribuye por parte de trabajadores del Servicio Postal Mexicano (Sepomex) en Durango. El otro 97 por ciento son clientes corporativos -empresas y bancos-, a decir del perente Postal Estatal, Guillermo Vigil. La entrega de mensajería, paquetería y otro tipo de servicios, según comenta, han ganado terreno.
Cuestionado sobre el periodo de vida del correo, el entrevistado asegura que no se prevé que pueda desaparecer en el corto plazo, "más bien tendría que adecuarse a los cambios de mercado".
Por su parte, el secretario General del Sindicato de trabajadores de Sepomex, Julio César García Arámbula, no descarta que, en algún momento, el correo pueda desaparecer; por eso dice que "se hace un esfuerzo permanente para mantener la fuente de trabajo".
Trabajo
Cambio
Las cartas de amor, de amistad y los mensajes familiares han sido sustituídos por recibos, estados de cuenta y avisos, tanto de bancos y empresas como de instituciones gubernamentales.
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