Dos atletas chilenos, Matías Anguita y Cristian Sieveking, correrán 15 maratones en 15 días consecutivos en las 15 capitales regionales con el fin de recaudar dinero para ayudar a los damnificados del terremoto.
Dos atletas chilenos, Matías Anguita y Cristian Sieveking, correrán 15 maratones en 15 días consecutivos en las 15 capitales regionales con el fin de recaudar dinero para ayudar a los damnificados del terremoto que el pasado 27 de febrero devastó el centro y sur del país.
"Desafío 15/15", nombre de esta extraordinaria prueba de resistencia física y tesón, empezará en Santiago, y después recorrerá el país desde Arica, en la frontera con Perú, hasta Punta Arenas, frente al austral Cabo de Hornos.
Con 630 kilómetros a sus espaldas, estos dos atletas cruzarán la decimoquinta y última línea de meta el 11 de septiembre en la sureña ciudad de Concepción, escenario de la peor catástrofe natural en la historia de Chile.
El esfuerzo no será en vano, porque para entonces Anguita y Sieveking habrán recaudado 30 millones de pesos (60 mil dólares) para construir un jardín infantil en la región del Biobío, una de las más afectadas por el terremoto del 27 de febrero.
Esta tragedia, que dejó medio millar de muertos y causó daños por 30.000 millones de dólares, motivó a Anguita y Sieveking a ponerse las zapatillas para aportar su grano de arena a la reconstrucción del país con lo que mejor saben hacer: correr.
"El tiempo hace que uno olvide que hay una emergencia. Nosotros vamos a ir por todo el país diciéndole a la gente que esto no se ha terminado, que hay que seguir ayudando", comenta a Efe Matías Anguita, quien ha participado en las carreras de ultrafondo más exigentes del mundo.
Para ello se pusieron en contacto con Felipe Cubillos, un empresario y navegante chileno que ha dado la vuelta al mundo y que tras el terremoto viajó a la sureña ciudad de Iloca, una de las más afectadas, y decidió crear la fundación "Desafío levantemos Chile".
"Me encontré un panorama completamente desolador, desgarrador; lleno de tristeza, desesperanza y confusión, y me dije: aquí hay que hacer algo", explicó este abogado y empresario de 47 años.
Desde entonces, la fundación ha prestado ayuda a los pescadores de las localidades costeras destruidas por el maremoto y ha construido escuelas y jardines infantiles para que "los niños puedan estar en un lugar seguro y las madres volver a trabajar".
"Se trata de devolverle algo a este precioso país, que tanto me ha regalado", confiesa Cubillos.
El empresario, que a los siete años se inició en la navegación y desde entonces ha representado a Chile en regatas como la Vuelta al Mundo en 2008, subrayó la importancia de la participación de la sociedad civil en la reconstrucción del país.
"Tenemos que darnos cuenta de que podemos ir en ayuda de la gente; entender y hacernos responsables de que el Estado no tiene el monopolio de la solución de los problemas públicos", señaló.
Según Cubillos, el terremoto de febrero pasado tiene un componente "medio metafórico", porque sacó a la luz la gran brecha que hay en Chile entre ricos y pobres.
"Los chilenos no hemos querido ver, pero tenemos que reconocer el tremendo problema que tenemos y ponernos a caminar para solucionarlo. Chile tiene la capacidad para hacerlo, pero necesitamos el esfuerzo de todos", señaló.
Anguita y Sieveking no han querido quedarse fuera y ya están preparándose para afrontar el desafío de correr 42 kilómetros diarios durante 15 días.
"Respecto al entrenamiento, ya está todo hecho", señala Sieveking. "Ahora lo que queda es descansar y prepararse mentalmente" para una prueba que será aún más dura considerando que la recuperación entre maratón y maratón la harán sentados en un vehículo que les recogerá en la línea de meta y les llevará a la de salida en la próxima ciudad.
A pesar de todas estas dificultades, ambos atletas se muestran optimistas y confían en que estarán a la altura del reto.
"En las carreras de largo aliento lo que predomina es la cabeza; las piernas hacen lo que la cabeza les manda. Si uno está motivado, no hay por qué fallar", asegura Anguita.
"Correr no por una meta personal, sino para construir un jardín infantil es lo que nos motivará para llegar hasta el final", enfatiza este altruista atleta.
