A la gobernadora Jan Brewer le salió el tiro por la culata.
De haber sabido que la Ley SB 1070 iba armar tanto relajo en Arizona, en el resto de Estados Unidos y en México, seguramente no la habría firmado el pasado 23 de abril.
Las reacciones en contra han sido tan contundentes que mantener esta Ley a costa del descrédito de Arizona y de su Gobierno será un craso error político y económico.
Además del alcalde de Phoenix y las ciudades de Boston, Los Ángeles y San Francisco, esta semana se sumaron al boicot político y comercial las ciudades de San Diego, Tucson y Flagstaff, además de una larga lista de figuras públicas como Shakira y el pelotero Adrián González.
El equipo de basquetbol Suns de Phoenix emitió un comunicado en donde censura a la SB 1070 en tanto el conjunto de beisbol Cachorros de Chicago examina la posibilidad de cambiar sus entrenamientos de primavera a otra entidad.
Bob Walkup, el alcalde de Tucson, Arizona, dijo que el turismo de México es muy importante para la economía de la región y por ello presentarán una demanda contra la Ley por ir contra los mexicanos, además de que será muy costosa su aplicación.
Presionada por la ola de protestas que incluyen al procurador de Arizona, Terry Goddard, y al ex mandatario de Florida, Jeb Bush, la gobernadora Brewer suavizó la semana pasada la Ley al reducir la multa a los indocumentados a 100 dólares y una pena máxima de 20 días de cárcel en su primer arresto.
Revocó además la posibilidad de que los policías detengan a presuntos indocumentados por sospecha fincada en raza, color u origen. Pero los cambios fueron insuficientes para contener la ola de repudio.
El abogado de inmigración Pieter Speyer dijo que se trata de una Ley antiamericana que traiciona a la comunidad hispana y que convierte a la "tierra de los libres" en un Estado policiaco.
Una caricatura publicada en un diario norteamericano esbozó a un jefe indio solicitando papeles de inmigración a los propios anglosajones.
De acuerdo a una encuesta realizada hace una semana en Arizona, la aprobación ciudadana a esta Ley se redujo del 54% al 52%, todavía es mayoría pero el porcentaje va a la baja en tanto crece el rechazo hacia la SB 1070.
El diario principal de Phoenix, Arizona Republic, publicó el primero de mayo un extenso editorial en donde cuestiona a los responsables del caos político que vive Arizona como la gobernadora Brewer, al senador John McCain, la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, y el sheriff Joe Arpaio, entre otros personajes locales.
Estos funcionarios, dice el editorial, han apoyado una Ley que intimida a la población latina sin resolver de fondo el problema de los millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
Agrega el escrito que cuando se logre una reforma migratoria comprensiva, "los agentes de la Patrulla Fronteriza podrán entonces dedicarse a capturar a traficantes de drogas y otros criminales, en lugar de perseguir a ayudantes de mesero a lo largo del desierto".
Jan Brewer llegó al poder en enero de 2009 cuando Janet Napolitano fue llamada al Gabinete de Obama y desde entonces Arizona enfrenta serios problemas en las finanzas y la economía que amenazan con agravarse si se extiende el boicot comercial.
Resulta evidente que con esta Ley Brewer pretendía mejorar su imagen para reelegirse el próximo 2 de noviembre, pero ante el escándalo suscitado le resultaría a estas alturas más prudente y políticamente viable darle reversa a la SB 1070 antes de entrar en vigor el 23 de julio.
Lo cierto es que la legislación dio pauta para que los grupos de supremacistas blancos y antiinmigrantes retomaran sus demandas fascistas para recrudecer el clima xenofóbico que se vive en territorio yanqui desde hace algunos años.
Vaya nuestra solidaridad a los connacionales de Arizona, seguramente la están pasando mal en estos momentos. Pero no se arredren porque tarde que temprano se impondrá el derecho y la sensatez humana sobre estos sujetos racistas y primitivos.