Precaución. Por la ola de violencia que se presenta en la entidad, 300 jóvenes de diferentes entidades federativas suspenden su visita para participar en misiones en las zonas serranas.
Un total de 300 misioneros lasallistas suspenden su visita al estado de Durango con motivo de la celebración de la Semana Mayor derivado de la ola de violencia que priva en la entidad.
Desde el año 1980 visitaban las comunidades más apartadas de cuatro municipios de la entidad, afirmó el dirigente del Partido Acción Nacional (PAN) en Durango, Juan Carlos Gutiérrez Fragoso.
INSEGURIDAD
A sólo un día del último hecho de sangre que se suscitó en la entidad en el que fueron asesinados diez jóvenes en el municipio de Pueblo Nuevo, el dirigente de este instituto político dijo que los misioneros generalmente se trasladaban cada año a lugares como Canelas, San Dimas y Otáez, así como a Pueblo Nuevo.
Sin embargo, dijo, por primera vez desde hace veinte años se suspende la visita a comunidades de los lugares antes mencionados.
Las personas que no vendrán a Durango son de los estados norteños de Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua y Tamaulipas.
IGLESIA MANTIENE SU LABOR
Sobre estos hechos el vocero de la Iglesia católica, Víctor Manuel Solís, informó que no es competencia de la Arquidiócesis el tema de las misiones sino de la Prelatura de El Salto, Pueblo Nuevo.
No obstante, al ser cuestionado sobre la inseguridad que priva en la entidad, aseguró que la Iglesia continúa trabajando a pesar de que haya violencia y persecución; esta institución no está dejando su misión al asegurar "la zona serrana está caliente, y ahora tenemos signos de descomposición que afloran en la barbarie".
REPERCUSIONES
Lo más lamentable, añadió, es que se están llevando entre los pies a la sociedad civil que no tiene nada que ver, porque en hechos como los que acontecieron en Pueblo Nuevo se trataba de niños y jóvenes.
Por ello, se preguntó "¿qué tenemos que hacer?. Ojalá que se trabaje desde la estrategia familiar", al considerar que las instituciones están siendo rebasadas.
"Los mexicanos y las mexicanas no nos podemos permitir meter la cabeza en un hoyo, no se pueden parar las actividades diarias".
Sin embargo, enfatizó, esto nos tiene que dejar muchas enseñanzas, como la prevención y poner candados, en particular cuando hay que trasladarse a algún sitio.
Al ser cuestionado sobre la labor que realizan los sacerdotes en algunas regiones de la entidad, mencionó: "como sacerdotes, la vida del evangelio tiene que continuar pese a todo".
Por último, dijo que gracias a Dios no se han tenido situaciones que lamentar, pero reiteró que sus actividades tienen que continuar.
VÍCTOR MANUEL SOLÍS
Vocero de la Arquidiócesis de Durango
