La situación por la que atraviesan algunos países por el combate al crimen organizado como es el caso de México, no será una condición para que Santander disminuya o retire inversiones en la región, aseguró Francisco Luzón, director general de la División América y vicepresidente Mundial de Santander.
Durante el foro IX Encuentro Santander-América Latina que se realizó en esta ciudad, el funcionario bancario detalló que existe confianza en México y se tiene claro que se debe combatir al crimen organizado y al narcotráfico. "Creo que hay una lacra en el continente que preocupa a políticos y empresarios".
Francisco Luzón detalló en su exposición que se mantendrán inversiones en la región de 3 mil millones de dólares anuales en promedio, lo cual no representa un incremento respecto a lo que se ha venido realizando debido a que se tiene la infraestructura adecuada en cada país de acuerdo con el plan de crecimiento de la institución.
Descartó que exista algún riesgo para que Santander en España retire fondos de sus filiales en América Latina. "Se tomó la decisión de no cambiar la intensidad de la presencia de Santander en la región. Si algo cambia será para mejorar y ampliar la capacidad instalada", dijo.
El vicepresidente mundial de Santander se vio optimista por el desempeño que se espera de los países de América Latina en los próximos años y consideró que existe una gran oportunidad de crecimiento por los bajos niveles de bancarización que aún se registran en prácticamente todas las naciones de la región.
Expuso que América Latina tiene diversos puntos a su favor que la pondrán en los próximos 10 años en una posición mucho más favorable frente a otras regiones como Asia. "Es una región n mucho más homogénea con una historia común, sin conflictos bélicos externos que la colocan con un gran potencial de desarrollo para los próximos años".
América Latina es el continente de los recursos naturales y las materias primas en conjunto tienen 10% de las reservas mundiales de petróleo, el 5% de las reservas mundiales de gas y 48% de las reservas mundiales de cobre, añadió.
Agregó que entre los beneficios que tiene América Latina frente a otras economías como las asiáticas se encuentra el potencial demográfico y presentó que mientras Asia pasó de una esperanza de vida de su población de 64 años en 1990 a 70 años en 2010, México pasó en ese lapso de 69 años a 75 años en este indicador.
"La población en la región ha crecido de 362 millones hasta 588 millones hoy en día y se estima que en el año 2020 alcance los 645 millones, por lo que en ese año uno de cada 12 habitantes será latinoamericano", comentó.
Existen siete países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay) en América Latina que tienen estabilidad institucional y comparten ortodoxia económica y compromiso de integración de sus sistemas económicos en la economía global, que favorecerá a un nuevo escenario mundial.
"Los países emergentes, pero principalmente los de la región de América Latina tienen más influencia frente al desarrollo de la economía mundial, debido a la estabilidad que han mostrado ya en varios años y principalmente a su responsabilidad de cómo enfrentaron la reciente crisis económica global", expuso Luzón.
Durante el evento, David Bojanini, presidente de Suramericana de Inversiones en Colombia, comentó que las empresas latinoamericanas tienen el reto de mantener una visión global y buscar la diversificación.
Comentó que en Colombia, como en otras naciones se ha tenido que pelear contra el crimen organizado y el narcotráfico, pero eso sólo se puede lograr con una posición común en contra de los cárteles evitando que éstos se infiltren en el sector empresarial y en el gobierno. "Hay que tener una postura dura y decidida y tener conciencia de que esto traerá consecuencias, pero no se debe dar marcha atrás y cerrar filas con las autoridades".
Por su parte, Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, destacó la fortaleza con la que cuentan los países emergentes, luego de la crisis de 2008.
Expuso que durante el periodo de 2003 a 2009 las economías emergentes, principalmente las latinoamericanas lograron ajustar sus políticas para salir de sus respectivas crisis de años anteriores, siendo más prudentes en materia fiscal y apoyando el desarrollo de su industria y mercado interno, situación que les dio mayor estabilidad frente a la crisis financiera y económica que se originó en Estados Unidos.
"Varios países de América Latina no sienten la crisis, baja su PIB, pero mantienen cifras positivas en la economía. América Latina se convierte ahora en una solución y no parte del problema", dijo.
Expresó que la salida a la crisis que se detonó en 2008 será más lenta y se realizarán grandes cambios hacia una nueva economía, por lo que previó que se entrará en un periodo donde habrá mayor interacción entre el estado y las instituciones financieras privadas.
