Bancos. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, en rueda de prensa.
El Banco Central Europeo (BCE) incrementó sus esfuerzos para contener la crisis de la deuda que afecta la eurozona, al tiempo que su presidente, Jean-Claude Trichet, anunció que prolongará medidas especiales que proveen efectivo inmediato a bancos.
Los mercados financieros se mostraron decepcionados el jueves por la mañana cuando Trichet no anunció una aceleración en el paso en el que el banco central compra bonos gubernamentales, y el euro cayó casi un centavo.
Pero la moneda europea ganó luego parte del terreno perdido estimulada por rumores en el mercado de que el banco pudiera de hecho estar comprando bonos de países de la eurozona afectados por deudas, pese a la reticencia de Trichet a hablar del asunto. Trichet y el BCE han cambiado claramente de dirección respecto a la reunión del mes pasado, cuando él dijo que Europa marchaba lo suficientemente bien como para que el banco comenzase a retirar medidas especiales para ayudar a los bancos.
La aprobación la semana pasada de un paquete de rescate financiero para Irlanda alteró todo el panorama. Ahora, los mercados temen que Portugal e incluso España sigan a Grecia e Irlanda en la necesidad de préstamos de rescate. Para la tarde de Londres, el euro se estaba cotizando apenas 0.1% en baja para el día, a 1.3124 dólares, luego de haber caído a 1.3066 dólares. La moneda europea se había estado cotizando alrededor de 1.3170 dólares cuando Trichet inició su conferencia de prensa mensual en Francfort luego que el banco mantuviese su principal tasa de interés sin cambios, al nivel récord de 1%.
Aunque Trichet dijo que el programa de compra de bonos proseguía y que él nunca había dicho cuál sería el límite, muchos en los mercados habían pronosticado que el BCE indicaría que iba a acelerar el paso.
Lanza España deuda a tres años
España hizo una subasta de bonos a tres años por 2.500 millones de euros (3.280 millones de dólares) que atrajo una firme demanda de los inversionistas, pero debió ofrecer los títulos a un interés mucho más alto, lo que reflejó las preocupaciones sobre su deuda.
El Banco Central dijo que el tesoro tuvo que pagar una tasa de interés promedio del 3.7%, en comparación con el 2.5% de la subasta anterior del 7 de octubre. Sin embargo, la demanda duplicó la oferta. El tesoro anticipaba vender entre 1.750 y 2.750 millones de euros en bonos.
España se ha visto obligada a pagar tasas de interés cada vez más altas en recientes ventas de bonos debido a conjeturas en el mercado de que tanto España como Portugal podrían necesitar ayuda financiera de la Unión Europea, al igual que Irlanda y Grecia. Sin embargo, la venta más reciente pareció vigorizar el estado de ánimo en el mercado.