Crisis de ingenio televisivo

La televisión continúa siendo el medio masivo de comunicación por excelencia. Desde su nacimiento en México, como etapa experimental en el año 1934, en la que un joven de 17 años, de nombre Guillermo González Camarena, estudiante del Instituto Politécnico Nacional, realizó experimentos con un sistema de televisión de circuito cerrado, en un pequeño laboratorio montado en las instalaciones de la estación de radio XEFO, la creatividad estuvo latente.

Él mismo impactó al mundo al inventar la televisión a color, obteniendo la patente de su ingenio tanto en nuestro país, como en Estados Unidos, en 1940.

Desde la televisión en blanco y negro, la inventiva mexicana dio claras muestras de talento en la producción de contenidos audiovisuales. Tal es el caso de la telenovela; Televisa produjo en 1958 “Senda Prohibida”, el primer concepto creado, transmitido en episodios diarios y consecutivos, narrando una historia ficticia (aunque puede estar basada en hechos reales), de alto contenido melodramático.

Situación actual

En la actualidad el panorama de la creatividad en los contenidos se ha visto disminuida dramáticamente en la televisión mexicana y en los últimos años ha apostado a la reproducción de formatos que ya han sido probados en diversos países de Latinoamérica, como Argentina y Colombia, así como en Estados Unidos.

La telenovela colombiana Yo soy Betty, la Fea, uno de los éxitos televisivos más grandes de la historia de los melodramas, ha sido exportada a numerosos países en donde ha alcanzado niveles de audiencia muy altos, incluso en 2010 entró al libro de los Guinness World Records, como la telenovela más exitosa de la historia; entre sus muchas adaptaciones se encuentran: La Fea más Bella, en México.

Mujeres Asesinas es otro de los “refritos” que se produjo en nuestro país, a través de Pedro Torres. Esta es una adaptación de la serie argentina del mismo nombre, que presenta el lado oscuro de mujeres, en su mayoría de niveles económicamente bajos, que tras haber estado sometidas a maltratos o abusos por parte de su entorno, terminan convirtiéndose en crueles asesinas.

“No podemos hablar de la televisión en general en México, existe una diferencia entre la pública y la privada, y este fenómeno de la ‘repetición’, se observa, sobre todo, en la segunda”, afirma Blanca Chong López, doctora en Comunicación.

Esta situación se presenta en muchos otros campos de la actividad productiva. Así como se puede advertir sobre la proliferación de franquicias de restaurantes, cines, de servicios, también la producción televisiva se ha visto influenciada por esta práctica; cabe señalar que este fenómeno es parte del proceso de globalización en el que nos encontramos inmersos, pero también guarda estrecha relación con el criterio que tienen las cadenas para seleccionar o no, determinados contenidos.

“Se presenta como franquicia y se puede adaptar o producir con actores mexicanos y eso resulta ser más cercano culturalmente a las audiencias de nuestro país, pero efectivamente, la calidad y la creatividad se encuentran muy por debajo de las expectativas”.

Para la doctora el criterio de las diferentes televisoras es más bien empresarial y buscan lo seguro, lo que ya esté probado, lo que no requiera tanta inversión.

En el caso de la televisión pública se pueden observar más esfuerzos por hacer cosas diferentes, debido a propia naturaleza; aunque también contratan series y programas de otros países, no se hace como en la tele privada, un “refrito” de ellos. “El producto se proyecta, generalmente series inglesas y de otras naciones europeas, como se anuncia, es decir, como ha sido creado originalmente”.

México no sólo vive una crisis económica, o de desempleo, también enfrenta una recesión de ingenio y creatividad para generar nuevas propuestas televisivas que estén más apegadas a la realidad y bagaje cultural de nuestro país.

Mientras cualquier persona no pueda conocer otras alternativas, sus gustos seguirán siendo moldeados por lo que ofrece la televisión comercial.