El Papa Benedicto XVI dijo hoy que los cristianos deben aprender a ofrecer signos de esperanza en una sociedad multiétnica que cada vez más experimenta formas de soledad e indiferencia.
En su mensaje para la 84 Jornada Misionera Mundial, del 24 de octubre próximo, el pontífice señaló que 'los cristianos deben aprender a ofrecer signos de esperanza y a convertirse en hermanos universales, cultivando los grandes ideales que transforman la historia'.
También los llamó a que, 'sin falsas ilusiones o inútiles miedos, se comprometan para convertir al planeta en la casa de todos los pueblos'.
Benedicto XVI recordó 'el mandato misionero que han recibido todos los bautizados y la Iglesia entera'.
Pero, añadió, tal mandato 'no puede realizarse en manera creíble sin una profunda conversión personal, comunitaria y pastoral'.
También invitó a una búsqueda constante de promoción de la comunidad eclesial, de modo que el fenómeno de la interculturalidad pueda integrase en un modelo de unidad, en el que el Evangelio 'sea fermento de libertad y progreso, fuente de fraternidad'.
'El impulso misionero ha sido siempre signo de vitalidad para nuestras iglesias', concluyó.