El presidente del Consejo para los Migrantes e Itinerantes del Vaticano, Antonio María Veglio, criticó las legislaciones migratorias represivas y la catalogación de los hispanos como 'amenazantes e indeseables' en Estados Unidos.
En un documento preparado para la Consulta Regional de Conferencias Episcopales sobre Migración, que se realizará en Washington del 2 al 4 de junio y que fue publicado este martes por la Sede Apostólica, el Vaticano deploró que se considere a los hispanos como una amenaza .
Veglio señaló que la integración en Estados Unidos se ha visto obstaculizada por un creciente sentimiento anti-inmigrante, pese a que las cifras demuestran que el empleo para los extranjeros se ubica en uno de los niveles más altos de los últimos 100 años en ese país.
'Existen estudios que describen la sociedad de Estados Unidos como desigualitaria y racista, con una tensión fundamental entre las identidades americana y latina', advirtió.
Dijo seguir 'con gran interés y admiración' los esfuerzos de la 'valiente defensa' de la Iglesia estadunidense a favor de la regularización de los inmigrantes indocumentados porque su existencia 'debe ser reconocida'.
'¿No se debería vincular esto a una reforma migratoria que tome en cuenta las demandas del mercado laboral y especialmente la continua necesidad de trabajadores poco calificados?', cuestionó.
'Se ha de reconocer que quienes llegan no son simples trabajadores, sino personas humanas, con todo lo que eso implica, como el vivir con sus familias. Para lograr esto, es necesaria una política que aborde humanitariamente la migración ilegal', agregó.
El clérigo enfatizó que los inmigrantes son personas normales que deben huir de sus hogares a causa de la persecución, la supervivencia o por ganarse la vida para ellos y sus familiares. Aún así se han convertido en 'esenciales' para la economía de Estados Unidos.
Veglio expresó su preocupación por las deportaciones que se suceden a diario suponiendo rupturas familiares y sostuvo que las cifras indican que en 2008 unas 350 mil personas fueron deportadas del territorio estadunidense.
'La condición de irregularidad legal no debe menoscabar la dignidad del migrante, el cual tiene derechos inalienables, que no pueden violarse ni desconocerse', apuntó.
