A medida que BP está más cerca de sellar permanentemente el pozo de petróleo averiado en el Golfo de México, investigadores del Congreso fustigaron a la compañía y a la Guardia Costera por excederse en el uso de dispersadores químicos contaminantes.
El servicio de guardacostas aprobó habitualmente los pedidos de BP para usar miles de litros de la sustancia cada día para dispersar el crudo en el Golfo, pese a que una ordenanza federal obliga a usarlo con gran precaución, dijeron los investigadores.
La Guardia Costera autorizó 74 dispensas durante un período de 48 días después de la orden de la Agencia de Protección Ambiental, de acuerdo con documentos revisados por los investigadores. Solamente en algunos casos aislados el gobierno redujo los pedidos de British Petroleum.
El representante demócrata Edward Markey dijo el sábado en una carta que en lugar de cumplir con la restricción de la agencia federal, "BP a menudo bombardeó el océano con esas sustancias químicas y la Guardia Costera les permitió hacerlo".
Thad Allen, almirante de la Guardia Costera retirado al que el gobierno nombró para coordinar la respuesta al derrame, dijo el domingo que los reguladores federales no hicieron caso omiso de los lineamientos ambientales, sino que a algunos comandantes se les dio la autoridad de permitir el uso de más dispersantes según cada caso.
El dispersante fue efectivo para separar el crudo en pequeñas gotas que son consumidas más fácilmente por bacterias, pero se desconocen los efectos a largo plazo para la vida acuática. Esa incertidumbre ambiental ha llevado a varias disputas entre BP y el gobierno por el uso de dispersantes cuando el crudo se estaba derramando.
El uso aparentemente excesivo de dispersantes por parte de BP ayuda a explicar por qué se ha detectado tan poco petróleo en la superficie, dijo Larry McKinney, director ejecutivo de estudios del Golfo de México en la Universidad Texas A&M en Corpus Christi.
McKinney dijo que es debatible si los beneficios de los dispersantes son mayores que los posibles riesgos. Las substancias han protegido los frágiles pantanos de la región de mayores oleadas de crudo, pero pueden matar huevos y larvas de camarón y cangrejo.
Las aguas estatales cerradas por el derrame han sido reabiertas lentamente a la pesca, principalmente en Florida, donde reguladores reabrieron el sábado un tramo de 37 kilómetros (23 millas) de la línea costera del condado de Escambia para recolección de peces de agua salada. El área fue cerrada el 14 de junio y sigue cerrada a la recolección de camarón y cangrejo mientras se esperan análisis adicionales. En el cierre nunca se incluyó a ostras, almejas y mejillones.
En Alabama, el Departamento de Seguridad Pública levantó todas las advertencias para nadar en el Golfo de México.
Una tapa temporal ha detenido la fuga de petróleo durante más de dos semanas, y los ingenieros planeaban iniciar el martes un esfuerzo para sellar definitivamente el pozo. El procedimiento incluye bombear lodo pesado y posiblemente cemento al pozo descontrolado a través de la tapa temporal.
Si funciona, tomará menos tiempo completar un procedimiento similar utilizando un pozo de alivio que está casi terminado. Ese esfuerzo deberá ser el último paso para sellar el pozo roto.