Fortaleza. Simpatizantes conservadores del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ondean banderas desde un puente en la entrada de Jerusalén y le piden a su líder que sea fuerte contra el presidente estadounidense Barack Obama, respecto de la construcción de asentamientos en Jerusalén y Cisjordania. EFE
El presidente de EU, Barack Obama, "humilló" al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la reunión que tuvieron y de la que la Casa Blanca apenas ha difundido detalles, informa el diario "Yediot Aharonot".
El encuentro, celebrado el pasado martes en Washington lejos de los ojos de la prensa, fue una "emboscada" de un Obama crecido tras la aprobación de la reforma sanitaria, según el rotativo, que publica sus entresijos.
Nada más iniciarse la entrevista, el presidente estadounidense preguntó al jefe de Gobierno israelí qué gestos estaba dispuesto a hacer hacia los palestinos para convencerles que reanuden el diálogo de paz, interrumpido desde hace más de un año.
Obama no quedó satisfecho con las vagas respuestas e insistió en la necesidad de pasos concretos, mientras que Netanyahu seguía hablando en un marco teórico de posibles medidas.
También salió a colación el espinoso tema de la construcción en las colonias judías en territorio palestino ocupado, que enfrentó a ambos aliados cuando Israel anunció la edificación de mil 600 viviendas durante la estancia en Israel del vicepresidente de EU, Joe Biden.
Washington vio el anuncio como una humillación a su vicepresidente y, según comentaristas, Obama quiso devolvérsela a Netanyahu, particularmente después de conocer que Israel había dado la luz verde definitiva unas horas antes a otras 20 viviendas en Jerusalén Este.
A las siete de la tarde, tras una hora y media de debate sin lograr acuerdos, Obama se levantó de la silla y dijo: "Me voy al ala residencial (de la Casa Blanca) a cenar con Michelle y las chicas".
En vez de alargar el encuentro, el presidente sugirió a su anfitrión que se quedase en la Casa Blanca para consultar con sus asesores.
"Estaré por aquí. Hazme saber si hay algo nuevo", espetó a Netanyahu, según el relato del rotativo. Después Netanyahu solicitó una segunda reunión con Obama, que duró menos de 30 minutos.
La Casa Blanca no permitió el acceso a los medios antes o después de la entrevista ni difundió fotos oficiales, como marca el protocolo, lo que se interpreta como otra forma de humillar a su invitado. Le ofreció una línea telefónica, pero el jefe del Gobierno israelí temió que la línea estuviera intervenida y se fue a la embajada de su país para asesorarse y hacer sus llamadas.
En la entrevista Obama pidió trece gestos, sin contrapartida, hacia los palestinos.
Entre las demandas figura la ampliación en septiembre próximo de la moratoria parcial de diez meses en la construcción en los asentamientos judíos en Cisjordania de forma que incluya también Jerusalén Este, el repliegue del Ejército israelí a la situación previa al estallido de la Segunda Intifada, en 2000, y la liberación de entre cien y mil presos palestinos.