Máscara de madera bellamente labrada y pintada para fiestas y carnavales.
Tlaxcala, a pocos kilómetros de la Ciudad de México, y también con acceso fácil desde las ciudades de Puebla y de Veracruz, es uno de los Estados menos conocidos del país, y uno de los más ricos en atractivos turísticos y muy especiales.
En rápido recuento, ofrece el mayor número de ganaderías donde se crían toros de lidia para la fiesta brava, así como plazas para el entrenamiento de futuros toreros; posee el mayor número de viejas haciendas en el país; su artesanía es variada y muy rica; su gastronomía es tan especial, que aún tiene muchos platillos de origen prehispánico.
A eso hay que agregarle su famosa e internacional Feria de Huamantla, donde se presentan extraordinarias alfombras de flores y aserrín; la fabricación de "mascaritas" hechas de madera y laca, que se usan en sus fiestas de carnaval y festividades religiosas; su producción de vinos de frutas y dulces especiales; la tradición conservada, única en el país, de fabricar y reparar instrumentos musicales de laudería, entre ellos el salterio.
Además, Tlaxcala es una entidad que ofrece un ambiente tranquilo y especial para el descanso. Es una entidad que ha visto pasar el tiempo y muchas de sus costumbres y cosas se han quedado atrapadas en los viejos años que se han ido.
En Tlaxcala hay 43 ganaderías con reses bravas para la fiesta de toros, y posee diversas plazas, chicas y grandes, donde los futuros matadores de toros aprenden y entrenan... En la población de Tlatempan es donde se hace el mayor número de caretas o "mascaritas" de madera que utilizan los danzantes en las celebraciones religiosas o de carnaval. Allí también se fabrican imágenes religiosas, santos, ángeles y arcángeles.
Estas mascaritas han cobrado fama internacional, pues semejan querubines que parecen salidos de los pinceles de Rubens, el famoso pintor, por sus colores brillantes, sus mejillas sonrosadas, sus expresiones infantiles y casi siempre sonrientes.
Otras artesanías que se desarrollan en forma extraordinaria en Tlaxcala son las siguientes: En Trinidad Tenexyecac, la fabricación de la más rica y variada alfarería, tanto en loza vidriada de gran calidad como en ollas de barro de enorme tamaño.
En San Bernardo Contla se elaboran los célebres sarapes que le han dado fama y prestigio a dicho lugar. Se trata de telares familiares donde se puede apreciar el proceso de fabricación de bellísimas alfombras, sarapes y otras prendas de vestir y para el adorno de la casa.
La alfarería de Tlaxco se distingue por crear, en barro rojo bruñido, ollas y cazuelas muy artísticas y atractivas. Y no se pueden ignorar los famosos bastones que se fabrican en Tizatlán. Son bastones de maderas preciosas y duras, de brillantes y variados colores, relucientes y llamativos.
En Tlaxcala hay que visitar su Callejón del artesano, sus tiendas de artesanías y curiosidades, sus monumentos históricos. Tlaxcala fue puesto en el mapa por Hernán Cortés en su marcha a Tenochtitlán, pues fue allí donde después de la terrible batalla de Cholula entre españoles y tlaxcaltecas, éstos se aliaron a los conquistadores hispanos para apoderarse de la Nueva Tenochtitlán,
Es una entidad donde el arte culinario y gastronómico guarda estrecha relación con la cocina prehispánica. Platillos como el pollo Tollocán, el pollo Calpulalpan y los tacos, así como los curados y vinos de frutas regionales tienen el más puro sello de la cocina tlaxcalteca.
Bebida nativa de Tlaxcala es el pulque y el vino de capulín, un poco dulce pero de mucho cuerpo. Hay también abundancia de atoles y aguas frescas.
