Después de haber arrasado a Roberto Gil en la disputa por la dirigencia nacional del PAN el sábado, Gustavo Madero operó durante el domingo la elección de un Comité Ejecutivo Nacional -los 40 cargos más importantes del partido- en donde lo dejó literalmente en ceros. No le dio puesto a ninguno de los simpatizantes que llevaron al joven diputado federal a quedar en segundo lugar de la contienda por la sucesión de César Nava.
La blanqueada a Roberto Gil no fue personal en su contra. Fue sobre todo en contra de su madrina, Patricia Flores, ex jefa de la Oficina de la Presidencia. En "Historias de Reportero" relatamos cómo el calderonismo se dividió por la presencia de esta polémica exfuncionaria y Gil comenzó a recibir mensajes de "no es contra ti, es contra ella". Y así perdió el apoyo de la primera dama, su hermano, el secretario de Hacienda, la actual vocera presidencial y el exportavoz, figuras todas prominentes que caminaron hacia el apoyo a Gustavo Madero.
La animadversión que genera la mujer que salió de Los Pinos bajo la sombra de la sospecha de malversar recursos terminó por frenar la ascendente carrera política del joven exsubsecretario de Gobernación. Patricia Flores confirmó que en el PAN su apoyo fungió como veneno letal. Cuando apoyaba a Gustavo Madero le salió la oposición de Gil. Flores dio la espalda a Madero y cuando Roberto Gil la recibió en sus filas empezó a perder adeptos.
Perdió Roberto Gil. Perdió el considerado su "padre político", Germán Martínez, ex dirigente nacional de este partido. Perdió Gerardo Ruiz, que lo respaldó desde Los Pinos, al igual que Rafael Giménez, el encuestador del primer mandatario. Perdió el operador electoral Jorge Manzanera y seguramente también su empresa con la que asesora panistas. Perdió dramáticamente Patricia Flores. Perdió con ella su delfín para el 2012, el secretario de Educación, Alonso Lujambio, a quien incluso hicieron escribir un artículo de respaldo al aspirante derrotado.
Ganó Gustavo Madero. Esa es la automática. Pero detrás de él, el gran ganador se llama Santiago Creel Miranda, quien salió favorecido en el reparto de asientos en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN y desde ahí tiene un cimiento desde el cual construir su candidatura presidencial, en contra incluso del deseo del presidente Calderón y sin el apoyo del gobierno. Lo mismo se puede decir para el ultraconservador Yunque y sus gobernadores. La nueva dirigencia panista de Madero y la conformación del CEN es buena noticia también, aunque en menor medida, para el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, quien animó al caballo ganador en la carrera interna, pero no tiene los amarres y relaciones dentro del blanquiazul que ha conquistado Creel en sus años de militante.
SACIAMORBOS
Los calderonistas siguen divididos: unos dicen que el presidente está contento y tranquilo por el triunfo de Madero, otros auguran que el nuevo CEN está tan lleno de resentidos que terminarán por volteársele al primer mandatario.
