"El fracaso de la estrategia de exploración y producción de Pemex es inequívoco".
Adrián Lajous
¿Se acuerda usted cuando, apenas en 2008, el presidente Calderón advertía que había reservas petroleras sólo para 9.2 años? En muy poco tiempo ese pesimismo, con el que buscaba promover una reforma petrolera de fondo, se ha desvanecido.
El 18 de marzo de 2009 el presidente mostraba otro rostro, uno mucho más positivo. En Venustiano Carranza, Puebla, en una ceremonia con trabajadores petroleros, afirmó que gracias a la inversión en exploración la tasa de restitución de reservas probadas había pasado de 60 por ciento en 2006 a más de 100 por ciento en 2008.
Las cifras de Pemex señalan, efectivamente, que las reservas probadas (P1), después de años de declinación, pasaron de 9.2 años de producción en 2008 a 9.9 en 2009 y a 10.2 años en este 2010. Siempre me pareció sorprendente este cambio radical en la situación petrolera de nuestro país.
Sin embargo, un artículo del ex director general de Pemex, Adrián Lajous, "Los errores de Pemex", publicado en el número de diciembre de Nexos, ofrece una visión mucho menos optimista. Lajous señala que continúa la declinación del campo Akal en el complejo Cantarell, que permanece estancada la producción de Chicontepec y que en aguas profundas no se han hecho descubrimientos de importancia. Todo esto a pesar de que el gasto de inversión ha alcanzado un muy elevado nivel de 21 mil millones de dólares en este 2010.
Lajous dice que es importante separar la producción de Akal, el corazón de Cantarell, de los otros campos de la zona. Akal ha tenido un ritmo de declinación sin precedente en grandes campos. La productividad por pozo se ha deslomado. "La relación gas/aceite ha alcanzado niveles que tienen serias implicaciones respecto al mantenimiento de la presión... Cantarell ya inició la etapa final de su ciclo de vida".
La producción de Chicontepec, mientras tanto, se estancó en 30 mil barriles en 2008 y 2009 "a pesar del vasto programa de perforación". La productividad por pozo se desplomó 40 por ciento. En el transcurso de 2010 la producción aumentó a 45 mil barriles, pero este nivel sigue siendo muy pequeño en comparación con la producción nacional, que ha pasado de 3.3 millones de barriles diarios en 2005 a 2.6 millones en este 2010.
La exploración en aguas profundas se ha visto afectada por el accidente de BP en el campo de Macondo. La plataforma Bicentenario ha tenido que moverse del pozo Maximino, muy cerca de la frontera marítima con Estados Unidos, a Piklis, una ubicación más somera frente a Alvarado. No hay un marco regulatorio adecuado para el trabajo en aguas profundas. "Se han perforado 15 costosos pozos", pero hasta la fecha sólo se ha descubierto un campo, Lakach, de tamaño significativo y que pudiera ser comercialmente viable.
Lajous considera que las metas de la Estrategia Nacional de Energía del Gobierno federal, las cuales fueron ratificadas por el Congreso en 2010, son "extraordinariamente ambiciosas". Se propone retornar a una producción de 3.3 millones de barriles diarios, la que teníamos en 2005, para 2024. Esto supone el hallazgo de 16,500 millones de barriles de reservas probadas, "cifra 158 por ciento superior al monto actual".
El ex director de Pemex afirma que es "necesario reconocer los fracasos registrados y restablecer prioridades... Todo esto requiere de cambios fundamentales al interior de la empresa estatal y en el Gobierno de la industria petrolera". Es una voz que no podemos dejar de escuchar.
Juan José Suárez Coppel, director general de Pemex, ha reconocido públicamente lo que ya se ha señalado en esta columna: es mucho más barato comprar una refinería de gasolina en Estados Unidos que construir una nueva en México. Pemex, de hecho, está considerando la posibilidad de adquirir capacidad de refinación en la Unión Americana, pero no ha abandonado el proyecto de Tula, a pesar de que ser mucho menos rentable.
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