General. Duranguenses visitarán Estados Unidos estas vacaciones con temor a ser reprendidos por las autoridades migratorias.
Antes de la ley Arizona, los duranguenses ya sufrían discriminación y agresiones de manos de las autoridades migratorias; fueran documentados o ilegales, no había diferencia.
Una que vez salió a la luz la iniciativa para la ley SB1070 la vida se recrudeció no sólo para quienes viven en Arizona: la minuta amenaza con extenderse a Seattle, Washington, en donde las leyes migratorias son muy severas con los latinos, pero no con los asiáticos.
Hoy entra en vigor la polémica ley Arizona, minimizada; ayer la jueza federal Susan Bolton bloqueó temporalmente algunas disposiciones.
Con o sin ley, el trato desigual y abuso contra los connacionales existe; pero prefieren quedarse allá para poder sostener a sus familias, pues venir a México es encontrarse con el desempleo y la violencia.
CAMBIO DE VIDA
La familia de Adriana Amaya González se ajusta a los cambios tras la deportación de su sobrino Daniel Ramírez, su esposa e hijos; “le pusieron una redada, está empezando su vida de cero”.
Daniel fue detenido por conducir con exceso de velocidad; se dirigió a las oficinas de tránsito en Arizona, pagó la multa de cien dólares y al salir lo estaban esperando agentes de Migración.
El joven no opuso resistencia pues prefirió abandonar el país de manera pacífica antes de que los agentes también fueran por su esposa e hijos.
“Fue maltratado en la frontera, golpeado, aun cuando no se resistió”; los tres regresaron a Durango. El connacional tenía una empresa de bienes y raíces, “su calidad de vida era buena, ahora hace ventas de garaje, busca trabajo como maestro de inglés”.
La preocupación más grande de Adriana es por los familiares que aún están allá; han comentado que se van a cambiar de estado. “No tienen profesión, es muy duro, estamos preocupados, la ley es inhumana, se les olvida que cuando ellos poblaron Estados Unidos fue por invasión”.
DISCRIMINACIÓN
Para Armando Ordaz, quien radica de manera legal en Seattle, Washington, la ley Arizona “es puro racismo, hay temor, pero siempre ha habido abusos contra los latinos… en Estados Unidos hay muchos asiáticos ilegales y a ellos no los tratan como a nosotros, ni aunque tengamos documentos”. ’Él ha trabajado en Arizona y señaló que las autoridades son muy represivas contra los mexicanos, “hay muchos mexicanos, muchos duranguenses”.
Ernesto Gurrola Medina también vive en Seattle, con su esposa María Ordaz, “es muy cierto, es racista, y ya la están agarrando hasta con los legales, hay muchos chinos y japoneses y no les hacen nada”. Los padres de Ernesto viven en Arizona y aunque cuentan con sus papeles la preocupación es latente.
Si las condiciones de vida para ellos se complican tanto en Seattle como en Arizona, María no descarta la posibilidad de regresar a Durango, aunque no le convence la idea debido a la violencia.
“También en Seattle se va a aplicar la ley, se va a extender, ya hablan de ello”, coincidieron Armando y Ernesto.
Laura Salas Mayagoitia pasará unas vacaciones en Texas con temor a ser reprendida pese a que lleva sus papeles en regla, “toda la gente se va a trabajar, no van a matar, dejan todo aquí para tener un ingreso decoroso y mantener a su familia, no deberían aprobar esa ley”. Rogelio Ontiveros viaja seguido a Ohio y ha visto cómo es el trato hacia los latinos, “con esta nueva ley va a haber más redadas, van a ser más agresivos que nunca”.
IMITADAS, FACULTADES DE AUTORIDADES
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) tendrá injerencia limitada para apoyar a los connacionales indocumentados que se encuentren en Arizona.
“Si alguien es maltratado y recibe un trato que no vaya de acuerdo al respeto con sus derechos, si ellos se comunican al consulado, éste le brinda cuando menos la asistencia, nuestro trabajo es de buenos oficios, nosotros como autoridad no podemos hacer mayor cosa”, explicó Emilia Elizondo, delegada de la SRE en Durango.
El programa de Protección a Migrantes se aplicará para quienes estén en Arizona del mismo modo que en el resto de los estados, “cualquier problema que tengan allá, si se comunican al consulado, éste les brinda la ayuda, es el lado amable de la Delegación”. No ha habido reporte de abusos contra duranguenses en Arizona ni de si están regresando, “habrá que esperar, hay muchas impugnaciones, hay esperanzas, Obama está haciendo su propia lucha por la causa”.
Ayer la jueza federal Susan Bolton bloqueó temporalmente algunas de las disposiciones más polémicas de la ley SB1070.
Emilia Elizondo calificó de nueva cuenta a la minuta como “discriminatoria y falta a los derechos humanos de las personas”.
DELITOS Y EMPLEO
Autoridades estadounidenses han señalado que una de las razones para avalar tal medida es el índice delictivo de indocumentados, a lo que Elizondo respondió: “Me causa tristeza, es que se meten en problemas”. El programa de Protección a Migrantes recibe peticiones de intervención para presos en su mayoría; van 229 casos entre esta causa y localización de personas, principalmente.
“No toman en cuenta que las leyes en EUA sí se llevan a efecto; si cometen una infracción, si manejan ebrios o si violan a una mujer, son situaciones muy penadas, tenemos mucha gente que sí amerita que los encierren”.
La Delegada también se refirió a los empleos, aquellos que no harían los estadounidenses, “son trabajos pesados, la mayor parte sabemos que son en el campo, es un trabajo exhaustivo, es casi siempre para los que los contratan, meseros, cocineros, aseo en los baños, ningún trabajo es discriminatorio; pero a ellos les favorece que nuestra gente lo haga”.
Las tareas son duras, “y sin embargo se van y lo hacen para tener una vida mejor o poderle mandar dinero a su familia en los pueblos”.
La vida en el campo ha sido abandonada; a los jóvenes no les interesa y prefieren emigrar a EUA.