Veintiún presos políticos cubanos en total acogidos en España desde el pasado mes de julio han comunicado a la Embajada de Estados Unidos su deseo de ir a vivir a este país por motivos de reunificación familiar, informaron fuentes de su entorno.
La misma petición han cursado 120 familiares tanto de estos disidentes como de otros excarcelados que prefieren permanecer en España después de haber sido deportados por el régimen castrista en los últimos dos meses. Hasta la fecha, 36 ex presos políticos, con alrededor de 200 familiares, han venido a España, incluyendo los cuatro que lo han hecho esta semana.
El acuerdo entre el régimen cubano y el Arzobispado de La Habana sobre la excarcelación de 52 prisioneros de conciencia establece su expulsión a España, sin impedir su posterior traslado a otro país.
De hecho, uno de los disidentes se marchó a Chile a comienzos de agosto con su familia para residir allí como refugiado político.
Los que han solicitado trasladarse a Estados Unidos alegan causas familiares, puesto que todos tienen allegados en este país, en su mayoría en Florida.
"Hace seis años que no veo a mi hijo, que está en Miami. Si no fuera por él, me quedaría en España, donde disfrutamos de la democracia", dijo Blas Giraldo, encarcelado, como los otros disidentes, en 2003 tras ser acusado de conspirar con Estados Unidos contra la revolución.