Cuidado con la influenza

En la actualidad hay diferentes tipos de Influenza: aviar, estacional y pandémica, y es necesario que conozca cuál es la diferencia entre cada una para tomar precauciones y evitar daños a la salud.

La Influenza A H1N1 (pandémica)

Es un virus nuevo. También es una enfermedad respiratoria aguda y los síntomas se presentan de manera súbita e intensos: fiebre superior a 38 grados o más; dolor de cabeza; dolor muscular y de articulaciones; ataque al estado general y decaimiento (cuando no te puedes levantar); tos; escurrimiento nasal; ojos irritados; dolor de garganta; y puede presentarse diarrea.

Los virus de la Influenza se diseminan al aire cuando un enfermo tose, estornuda o habla; otras personas se infectan al inhalar ese aire contaminado con los virus. Al entrar los virus en la nariz, garganta y pulmones de una persona sana, comienzan a multiplicarse y posteriormente ocasionan los síntomas de la Influenza.

Los virus también pueden diseminarse cuando una persona toca con los dedos un objeto contaminado con dichos gérmenes y luego se toca los ojos, boca o nariz.

Las personas enfermas pueden transmitir los virus durante varios días; los adultos pueden contagiar a otras personas después del primer día de haber comenzado con los síntomas y hasta durante siete días. Los niños pueden transmitir los virus incluso durante más días.

La influenza estacional

Es una enfermedad viral aguda muy contagiosa que se presenta con mayor intensidad durante los meses de octubre a mayo. La influenza es una enfermedad producida por los virus A, B y C de la Influenza.

En la actualidad, el repunte de casos de esta enfermedad corresponde al virus A H3N2, que es un subtipo del virus de la influenza A. El cuadro clínico del virus A H3N2 no representa el nivel de alarma que la influenza A H1N1 de tipo pandémica. La enfermedad afecta a todos los grupos de edades, con predominio en los menores de 40 años, y se caracteriza por presentar cuadros de tos, fiebre, dolor de cabeza, afectación del estado general, escurrimiento nasal, dolor de músculos y huesos así como dolor de garganta. Por su parte, el virus C ocasiona una enfermedad muy ligera y no ocasiona brotes o epidemias.

En cambio los virus A y B sí pueden causar brotes y epidemias. De la influenza estacional, la mayor parte de los pacientes se recupera en tres o siete días, pero los ancianos o personas con enfermedades cronicodegenerativas (pulmonares, cardiacas, renales, diabetes) pueden presentar complicaciones graves como la neumonía, exacerbación de cuadros bronquíticos o asmáticos, sinusitis y otitis media.

Los síntomas de la Influenza Estacional son fiebre (generalmente más de 39 grados centígrados), dolor de cabeza, dolor muscular intenso, cansancio intenso, tos seca, ardor o dolor de garganta, y congestión nasal.

La influenza aviar (H5N1)

Es una enfermedad infecciosa de las aves causada por el virus A de la influenza. Cuando afecta a seres humanos tiene una tasa de letalidad mayor al 70 por ciento.

La exposición ocupacional aumenta el riesgo de transmisión del virus de influenza H5N1 de pájaros a humanos, especialmente entre avicultores, criadores de aves en áreas rurales y trabajadores en operaciones de desecho, debido a la exposición prolongada al virus.

Los síntomas son fiebre, dolor de garganta, tos, y en algunos de los casos mortales, enfermedad respiratoria grave. Los más afectados han sido adultos y niños previamente sanos, y algunos pacientes con enfermedades crónicas.

Recomendaciones

¿Cómo se puede prevenir la Influenza? La Secretaría de Salud, en esta temporada invernal, recomienda las siguientes medidas de prevención y control para las enfermedades respiratorias agudas e influenza:

1. Abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura.

2. Consumir frutas y verduras ricas en vitamina A y C como zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña entre otros.

3. Lavarse las manos con frecuencia en especial después de tener contacto con personas enfermas.

4. Evitar exposición a contaminantes ambientales y no fumar en lugares cerrados y cerca de niños, ancianos y personas enfermas.

5. No automedicarse y evite el uso de aspirinas o medicamentos similares que contengan ácido acetilsalicílico. Controle la fiebre con medios físicos. Si persisten las molestias consulte a su médico.

6. Permanecer en completo reposo en casa, tomar líquidos abundantes y mantener alimentación habitual en caso de niños pequeños, mantener la alimentación de pecho materno.

7. Evitar lugares de alta concentración poblacional como cines, teatros, bares, autobuses, metro, etc.

8. Cubrir nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar y lavarse las manos para proteger a las demás personas.

9. No saludar de forma directa (de beso o mano) para no contagiar. 10. Los niños enfermos deben evitar contacto con ancianos o personas con enfermedades crónicas.

11. Lavar los utensilios de las personas enfermas después de comer con agua caliente y jabón para matar los microbios.