En algunas ocasiones escuchamos decir a algunos padres, que sus hijos ya no quieren regresar a recibir atención dental porque han tenido experiencias dentales negativas con antelación.
Una experiencia desagradable desde luego incrementará la ansiedad y una conducta de rechazo en citas dentales futuras, de tal manera, que para poder brindarles una atención dental posterior, el profesional tendrá que trabajar arduamente para poder modificar esta conducta, utilizando las técnicas de control conductual más idóneas, para poder revertir esa respuesta negativa y de rechazo, en una respuesta positiva y de cooperación.
Sería de gran ayuda, para tratar de motivar de una forma positiva nuevamente a estos pacientes, que los padres, coadyuvarán con el profesional, dando información positiva y de aliento a estos niños, diciéndoles que el doctor, ¡su amigo!, tratará de curar y resolver su molestia de la mejor manera, para que él se sienta bien.
También sería de gran ayuda, no mencionar delante ni cerca del niño, si alguno de los padres experimentó tratamientos dentales que le hallan ocasionado dolor o molestia, ya que son muy receptivos.
Como podemos comprender, todo paciente infantil con experiencias negativas previas, tendrá que ser manejado más cautelosamente, para poder motivar positivamente su conducta, ante una nueva experiencia odontológica.
"Es la prevención, nuestra mayor preocupación".
¡Hasta la próxima!
jmoraleshurtado@hotmail.com