Es frecuente observar, que el llevar por primera vez a un niño a valoración odontológica, causa más preocupación en los padres que en el propio pacientito, y esto, hasta cierto punto es comprensible, ya que los padres se sienten angustiados por un sinnúmero de preguntas que se hacen, particularmente, el cómo su niño se comportará ante tal situación.
Dentro de los sentimientos implícitos ante un acontecimiento de este tipo, en la que no sabemos qué nos va a pasar o qué vamos a sentir, podemos mencionar: la ansiedad, la angustia, el temor, el medio, etc., estos sentimientos se acrecientan, sobre todo cuando el motivo de la consulta es por algún dolor o molestia que lo aqueja en ese momento.
Ante esta circunstancia, las siguientes recomendaciones les ayudarán a ustedes padres, a orientar, manejar y controlar de una mejor manera tal experiencia.
Evite hacer comentarios frente o cerca del niño, sobre experiencias dentales desagradables o externar el temor o rechazo que usted tiene a tratamientos odontológicos.
Evite decirle al niño que cuando el doctor lo examine, no vaya a llorar, que tiene que aguantarse porque ya es un hombre, debemos comprender que si el niño llora, esto será una reacción normal ante una situación desconocida, por lo cual puede estar temeroso, recordemos que es un niño y no un adulto, para cada edad hay palabras adecuadas que el profesional utilizará para tratar de calmar su ansiedad o temor.
Nunca engañe al niño, le aconsejamos decirle que lo va a llevar al dentista y que el dentista es su amigo, que revisará sus dientes y si es necesario lo ayudará curando su molestia, para que se sienta bien.
Si el niño tuviera algunas dudas que usted no pueda contestar, bastará que le diga que el dentista, su amigo, le explicará todo lo que sea necesario para que él esté tranquilo.
Procure no prometer algún regalo a cambio de que se deje atender, esto no es una buena manera de motivación, por el contrario en lugar de prometer recompensas, debemos tanto padres como profesionales ayudar al paciente infantil a que comprenda o cuando menos tratar de que lo haga, que todo este proceso es con el único propósito de que él se sienta aliviado. Desde luego habrá que expresarle nuestra más efusiva felicitación por lo bien que ha superado esta etapa, y seguirlo motivando para crear en él un hábito en la importancia de su salud bucal.
Finalmente le aconsejo que sus comentarios y actitud sea comprensiva y motivante, ya que esto dará al niño seguridad y lo hará sentirse indudablemente con menos aprensión para ésta, su primera consulta dental.
Agradezco a usted, estimado lector, sus correos y comentarios.
“Es la prevención, nuestra mayor preocupación”. ¡Hasta la próxima ! e-mail: jmoraleshurtado@hotmail.com
