Recordemos que al igual que las piezas dentales permanentes, los temporales están constituidos por dentina recubierta en la corona por esmalte y en la raíz por cemento, en el interior de la corona, hay una cavidad que se prolonga en la raíz o raíces formando uno o varios conductos, conteniendo la pulpa dental, constituida por un conjunto de fibras nerviosas, vasos sanguíneos y células especializadas, que conectan al diente con el resto del organismo, la pulpa tiene prolongaciones que atraviesan la dentina en pequeños conductillos que llegan hasta el límite del esmalte en la corona y el cemento en la raíz.
Estas prolongaciones son quienes transmiten los estímulos de temperatura o dolor hacia la pulpa, por esta misma vía, llegan también los microorganismos o sus toxinas, desde una lesión cariosa, ocasionando en este tejido pulpar una reacción inflamatoria y dolor. Mientras más pronto se trate este padecimiento, se podrá revertir este proceso inflamatorio, conservando la pulpa viva y en condiciones normales.
Desafortunadamente todavía hoy en día nos encontramos con pacientes que presentan lesiones cariosas avanzadas, que han dañado el tejido pulpar con la consecuente infección y aparición de un absceso, que en algunas ocasiones formará una fístula, es decir un camino por el cual el pus, busca salida, a esto muchas personas le llaman postemilla.
Estos procesos patológicos pueden permanecer crónicos sin dar molestias, razón por la cual algunas madres refieren que nunca se quejó el paciente, otro motivo por el cual se retarda el tratamiento de estos padecimientos.
Así como en las piezas permanentes la terapéutica pulpar que se realiza para este tipo de padecimientos es la endodoncia, en odontología infantil para la dentición temporal se conoce con el nombre de pulpectomía, la cual consiste en la remoción del tejido pulpar dañado, tanto de la corona como de la raíz del diente afectado, el cual se obturará con un material reabsorbible, para que el diente que reemplazará la pieza temporal afectada, pueda hacer su erupción sin problema. Para finalizar le comento, que la utilización de este tipo de tratamientos nos permite salvar la mayoría de estas piezas deciduas y prolongar su vida, hasta el momento de su exfoliación, favoreciendo que estos órganos dentales sigan funcionando dentro de la masticación, mantengan el espacio y sirvan de guía para la pieza permanente sucedánea y sobre todo poder permitirnos devolverle la salud dental a los pacientes infantiles.
“Es la prevención, nuestra mayor preocupación”. ¡Hasta la próxima!
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