Un aparato de 100 toneladas diseñado para succionar el petróleo que fluye desde el fondo del Golfo de México fue cargado en una balsa el miércoles para iniciar su viaje de 80 kilómetros (50 millas) hasta el sitio del derrame.
La gigantesca cúpula de hormigón y acero es la mejor solución a corto plazo para contener un catastrófico derrame de petróleo que amenaza la vida marina y la fuente de ingresos de la gente en la costa estadounidense del Golfo de México.
El vocero de la firma petrolera BP, John Curry, dijo que el artefacto estaría sentado en el lecho submarino para el jueves.
El artefacto es la idea más reciente de los ingenieros de BP desde que una plataforma operada por la empresa explotó el 20 de abril y causó la muerte de 11 trabajadores, para hundirse dos días después.
BP está a cargo de la limpieza y el presidente Barack Obama ha dicho que es responsable de todos los costos.
BP tapó una de las tres vertientes del derrame el martes por la noche, una medida que no detendrá el derrame, pero ayudará a controlarlo.
Dos imágenes satelitales tomadas el miércoles por la mañana indican que la mancha ha llegado al delta del Misisipí y a las islas Chandeleur frente a la costa de Luisiana.
No está claro si la mancha ha tocado tierra, pero está muy cerca, dijo Hans Graber, director de la instalación de imágenes satelitales de la Universidad de Miami.
El alférez de guardacostas James McKnight dijo que varias tripulaciones permanecían en las islas investigando informes de que la mancha de petróleo había llegado a tierra, no habían podido confirmarlos.
Graber dijo que las imágenes muestran una deriva del crudo hacia un tramo de la corriente del Golfo que podría arrastrarla hacia Florida y los Cayos. El borde norte de la corriente podría haber recogido algo de petróleo.