El mexicano José "Pepe" Barrientos Rodríguez, cabecilla del Cártel del Golfo, fue sentenciado hoy a 22 años de prisión por posesión de cocaína con intención de distribuirla, informó la Dirección de Control de Drogas.
El juez Clarence Cooper, de Atlanta (Georgia), impuso además a Barrientos, de 36 años, cinco años adicionales de libertad vigilada.
Barrientos, que fue detenido en 2002 en México y fue condenado en su país por violación de las leyes contra el crimen organizado, fue extraditado en 2008 a Estados Unidos para ser juzgado.
El 17 de mayo pasado el capo del narcotráfico se declaró culpable de los cargos que se le imputan en EU.
El caso de Barrientos "asesta un duro golpe al influjo de cocaína de los carteles mexicanos hacia Estados Unidos, y muestra lo eficaz que puede ser nuestra intervención cuando cooperamos con la policía mexicana", subrayó en su día la fiscal federal Sally Quillian Yates.
Según Yates, en 2001 los agentes de la DEA investigaban una banda de traficantes de droga que operaba en Atlanta (Georgia) y que manejaba Barrientos y tenía vínculos con la organización de contrabando de cocaína conocida como el Cartel del Golfo, encabezada entonces por Osiel Cárdenas Guillén.
En 2001, en comunicaciones telefónicas intervenidas, la DEA supo que se esperaba un importante embarque de cocaína llevada desde el sur de Texas hasta el área de Atlanta.
La DEA mantuvo su vigilancia de Barrientos y otros individuos y observó la descarga de unos 247,5 kilogramos de cocaína desde un camión a una camioneta.
Cuando se inició la persecución, según las autoridades, Barrientos que viajaba en uno de los vehículos, ordenó por teléfono celular al conductor de la camioneta que se pasara al canal izquierdo, de manera que él pudiese chocar el vehículo policial "y mandar (a los policías) al infierno".
Cuando finalmente la policía detuvo la camioneta encontró el cargamento de cocaína con un valor de venta en la calle de unos 3,9 millones de dólares.
