En las primeras 24 horas de su nombramiento, legisladores de oposición criticaron el "bajo perfil" y la falta de experiencia de Francisco Blake Mora, aunque el presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete, tendió la mano al nuevo secretario de Gobernación, y el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, concedió el beneficio de la duda a los nuevos integrantes del gabinete.
"Confío en que se dé un relanzamiento de las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo con un nuevo actor que tiene capacidad de diálogo y acuerdos", dijo Navarrete, mientras que Ebrard expresó que esperará a ver el desempeño de los funcionarios, pues lo importante es la orientación política que seguirán.
El vicecoordinador de la bancada priista en San Lázaro, Jorge Carlos Ramírez, dijo que "deseamos que el nuevo funcionario haga bien su trabajo y que de manera seria cumpla lo mejor para el país, pero el PRI no se va a prestar a un juego de sombras chinas, de engaños".
La bancada del PRI en la Cámara de Diputados señaló que además del rasgo de amistad que une al presidente Felipe Calderón, con el nuevo secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, su designación en Bucareli será para que esté al frente del combate al crimen organizado.
El hecho de que Blake tenga perfil en seguridad pública, "y de que se le deleguen tareas para estar al frente de este tema, es un reconocimiento de que en la lucha contra el crimen organizado no ha tenido éxito", dijo el diputado Arturo Zamora Jiménez.
El coordinador del Partido del Trabajo (PT), Pedro Vázquez, comentó que los cambios en el gabinete presidencial revelan una "grave crisis política" al interior del Gobierno.
Carlos Alberto Pérez, vicecoordinador del PAN, respondió a las críticas sobre el bajo perfil y la amistad de los funcionarios con el Presidente.
"Sería grave invitar al gabinete a un enemigo, en un cargo en el que debe haber un grado de confianza y lealtad, y que se asume como un compromiso con el país que trasciende la figura presidencial", dijo.
