El disidente cubano Darsy Ferrer fue sentenciado ayer a un año y tres meses de cárcel por un delito común, pero quedó en libertad y cumplirá su sentencia en su casa.
Un tribunal deliberó y dispuso la sanción ayer luego de que Ferrer fuera arrestado en julio de 2009 y pasara estos 11 meses sin tener una audiencia.
"Tengo un compromiso con la libertad del pueblo cubano...con su situación desesperada, me voy a seguir esforzando por lograr las reformas" en la isla, dijo Ferrer al llegar a su hogar después de la sesión en la Corte realizada por la mañana. Fue conducido por uniformados a la cárcel para que retirara sus pertenencias antes de quedar en libertad.
"Acabo de llegar a mi casa, voy a compartir con mis amigos y mi familia... siento tristeza por los muchos presos (políticos) que quedan todavía en las cárceles", agregó el disidente.
Ferrer insistió en que el delito que se le endilgó fue una forma de "justificar un castigo por parte de la seguridad del Estado" su labor como disidente.
Ferrer fue acusado bajo cargos de comprar materiales de la construcción en el mercado negro, que por lo general son más baratos, pero suelen ser de dudosa procedencia o desviados de centros estatales.