Familia y público lo despidió.
El cineasta italiano Mario Monicelli, el gran maestro y último representante de la llamada comedia a la italiana, que murió el pasado 29 de noviembre a los 95 años, recibió ayer el último adiós del barrio romano donde vivió y del mundo del cine.
Los restos mortales de Monicelli, que en fase terminal por un cáncer de próstata decidió acabar con su vida saltando desde el quinto piso del hospital romano de San Giovanni, fueron llevados a la plaza Madonna de Monti, en el centro de Roma, para que el barrio le dedicase un conmovedor adiós.
Sobre el féretro sólo había una rosa y dos claveles, ya que como explicó la familia "a Mario no le habría gustado encontrarse entre tantas flores". Durante el homenaje, una pequeña banda entonó "Bella Ciao".