Daniel las vuelve locas
MÉXICO, D.F.- Daniel Giménez Cacho (Madrid, 15 de mayo de 1961) es una de las cartas fuertes del cine mexicano. Ha sido reconocido en varias ocasiones con el Ariel, máximo premio a la cinematografía nacional; también, ha trabajado con importantes figuras como Pedro Almodóvar; además, el lunes regresa a Televisa con la serie Locas de Amor.
No hay duda que actualmente disfruta de una de las mejores rachas en su vida -como él mismo dice en entrevista-. Sin embargo, el actor que el próximo 15 de mayo cumple 49 años dice que el camino no ha sido fácil, de hecho, recuerda haber vivido una terrible crisis antes de llegar a su cuarta década de vida, donde sólo observaba cómo sus planes de joven eran destruidos uno a uno.
En ese entonces, ni siquiera imaginaba que en un futuro se hablaría de él como un actor exitoso o que trabajaría con el hollywoodense Mel Gibson en la que será su primera película de acción, How I Spent my Summer Vacation.
→ Tu nombre remite de inmediato a buen cine, teatro y por lo tanto éxito. ¿Cómo es el momento profesional que vives actualmente?
Muy bueno. Digamos que me ha tocado una borrachera muy padre. Esta carrera es de buenas y malas rachas. Estar en el gusto del público es una cosa misteriosa que no depende nada más de ti. Y a mí me costó trabajo entender eso. Puedo decir que en este momento, parece ser, vivo una etapa dulce, de mucho trabajo y de bonitos proyectos. Además, en el terreno personal, estoy muy contento con mi familia.
→ Tu carrera es muy larga, alrededor de 30 años. ¿En qué momento las malas rachas desaparecieron?
No lo sé, o sea, en este momento vivo una buena racha, pero este trabajo es así; totalmente pendular, y hay que estar listo para eso. Lo que hay que entender es que cuando tienes una mala racha, no necesariamente quiere decir que estés tú mal en el trabajo, que no estés haciendo bien las cosas.
→ Muchos hablan de su deseo de haber dejado la carrera en momentos como ésos. ¿Te pasó lo mismo?
Sí, claro. Iba a cumplir entre 37 y 38 años cuando tuve una crisis, de repente me vino a la mente el hecho de que mis sueños de juventud no se habían cumplido del todo, ni se veía para cuándo llegarían a mi vida; y no sólo eso, no entendía cómo es que ciertos sueños como que ya no me satisfacían.
No sé, fue raro, fue esa crisis que te da llegando a los 40 años. En aquel momento había muchos proyectos que deseaba hacer y la realidad es que no se lograron. Y claro, ni soñar que hubiera habido una propuesta como Locas de Amor. De las películas que tenía por hacer se cayeron muchas.
→ ¿Y qué hiciste?
Decidí irme a España un tiempo.
→ ¿Cuanto tiempo estuviste allá?
Dos años. Hice cinco películas, entre ellas Celos con Aitana Sánchez-Gijón; Sin Vergüenza y Aro Tolbukhin. En la Mente del Asesino.
→ ¿Te gustaría trabajar en Hollywood?
Sí, sí me gustaría. Pero como en todo, pues hay que estar ahí, hay que meterle, meterle y meterle, y yo no he tenido la paciencia de irme a vivir a Los Ángeles. No he querido sacrificar mi vida en México. Si me fui a España fue porque lo hice con toda la familia y eso estuvo bien -Daniel nació en Madrid-. La manera de vida de Norteamérica no me es atractiva; el cine sí, pero eso de tener que vivir allá por varios años para conseguir algo, no me agrada.
→ ¿Sería como "empezar de cero"?
Sí. Y no es malo. Y no lo es porque te vuelves a ubicar. Dices "Según yo era muy acá... A ver si es cierto". La verdad es que medirte en las ligas mayores de la actuación y producción siempre es algo muy bueno.
→ ¿Te has sentido desubicado?
Pues en unas cosas me he ubicado y en otras desubicado. Siempre he tratado de hacer lo que me gusta, lo que quiero, y no estar en lugares donde no deseo estar, en lugares que me hagan cuestionarme "qué hago aquí".
→ Ahora ese "espíritu del tiempo", como lo llamas, te ha colocado junto a Mel Gibson. ¿Cómo te sientes?
Muy contento porque estoy trabajando con uno de los maestros de la acción en la que es mi primera película en ese género. Seguimos filmando en Veracruz. La historia sucede en una cárcel y somos antagónicos. Gibson (también produce, dirige Adrián Grümber) acaba conmigo y se queda con todo. Yo soy como que el cacique de la cárcel.
→ ¿Cómo ha sido trabajar con él?
Muy padre. Es excelente persona. La verdad es que la estoy pasando de maravilla. Hay un gran esfuerzo de producción. Todos los días hay mil y pico de extras, la mayoría son ex presidiarios, por lo cual la atmósfera es muy verosímil y fuerte. El elenco es increíble. Está Dolores Heredia, Jesús Ochoa, Roberto Sosa, Tenoch Huerta, Dagoberta Gama, y Roberto Sánchez Parra.
→ Filmas de lunes a miércoles, porque haces teatro de jueves a sábado
Sí. En la película me permitieron que fuera así. La obra se llama Trabajando un Día Particular, se trata de una puesta que hicimos sin director, sin escenógrafo, ni vestuarista, ni nada, sólo un texto sólido. La estructura del espectáculo es como si fuera el ensayo de la obra. Estoy feliz el teatro ha estado lleno.
→ (El lunes), el público te verá en Locas de Amor. ¿Cómo te sientes?
Muy contento de que Televisa apueste a este tipo de proyectos donde se habla de temas, como los problemas de la mente, que casi no vemos en televisión. Para mí es un honor ser parte de esto.
→ ¿La televisión está más abierta a hablar de otro tipo de temas?
La televisión en general está cerrada porque es un monopolio. Es muy difícil que haya voces. Aquí, el esfuerzo fue que dentro de las condiciones que se dan, pudiera haber un producto diferente. Como sociedad estamos ávidos de que haya otras voces, más canales.
→ ¿Has cometido locuras por amor?
Sí, claro. Creo que todos, por amor, las hemos cometido.
Daniel prefiere no dar detalles de sus locuras, pero dice que lo que verá el público en la emisión provocará interesantes discusiones en los hogares.
Actor