De estudiante en Chile a experto en sobrevivir

Desde el sábado 27 de febrero el miedo también es su compañero.

Ese día del segundo terremoto de mayor impacto en Chile, el mexicano Héctor Hernández Díaz de visita en Santiago, intentó correr para ponerse a salvo, pero las sacudidas lo derribaron una y otra vez.

De visita en el país sudamericano por motivos académicos, el estudiante vivió más de un minuto de movimiento telúrico, en el que pensó que las paredes le caerían encima.

Una idea que vuelve con cada réplica del terremoto, intensa o menor. Ahora el joven de 22 años sólo espera el regreso a casa.

Hernández Díaz vivió el terremoto de 8.8 grados Richter, que la madrugada del sábado pasado lo despertó en la litera de un hostal de estudiantes, durante la segunda noche que pasaba en Santiago de Chile. Una experiencia que no acaba.

Tan sólo el miércoles hubo cinco réplicas mayores a los cinco grados Richter y ayer se sumaron otras dos.

"Está temblando, ahorita justo en este momento en el que hablamos", dijo Héctor del otro lado de la línea, nervioso, pero no cortó la comunicación pues era un movimiento menor, "si se pone más fuerte hablamos más tarde".

En entrevista, el estudiante originario de Cuernavaca, Morelos, y estudiante de Letras Hispánicas de la UNAM, quien retornará a México hoy domingo, relató cómo el proyecto de un viaje académico se convirtió en una clase de sobrevivencia.

Asistió a Chile al V Congreso Internacional de la Lengua Española. Antes hizo una escala en Perú donde realizó una visita aérea a las líneas de Nazca, un asentamiento de la cultura Inca. Estuvo a punto de bajar de la aeronave ante dos intentos fallidos de despegue, aunque al final el vuelo se realizó sin contratiempos.

Cuatro días después, el 25 de febrero, Héctor llegó a Santiago de Chile, y ahí se enteró que ese día cinco turistas murieron al estrellarse una avioneta similar a la que abordó, en el mismo recorrido turístico que realizó en Perú.

"No me tocaba", pensó. El 27 de febrero lo asaltó la misma idea.

"Parecía que la tierra era agua y que estábamos moviéndonos como si estuviéramos sobre una ola", relata. Estaba en el cuarto piso de un hostal en Sanstiago, junto a otros extranjeros que gritaban, o estaban en shock ante la intensidad del terremoto. Ninguno pudo alcanzar las escaleras pues cayeron al suelo.

Héctor pensó que no pararía. ¿Sobreviviría, quedaría atrapado entre escombros, podría regresar a casa?, se preguntó durante esos momentos.

Al terminar el terremoto decidió que no dormiría en el edificio, ante la posibilidad de réplicas y pasó la noche en un jardín aledaño.

Al día siguiente viajó a Valparaíso para el evento para el que había invertido sus ahorros, pero se canceló. "Intenté regresar desde el lunes a México, saliendo por Argentina, pero resultaba muy caro y no quedó otra que quedarme, ya estaba todo pagado".

Se contactó con la Embajada mexicana y le recomendaron esperar su vuelo ante la dificultad de las operaciones en el aeropuerto de Santiago. Una espera marcada por al menos 90 réplicas menores.

"Pensé que estar en Valparaíso iba ser más seguro, pues la mayor tragedia está más hacia el Sur, pero ahora los epicentros se dan en esta zona y esta temblando con más frecuencia". Aunque no hay forma de acostumbrarse a estas sacudidas, al temor de que una de ellas sea más intensa que la anterior, Hernández Díaz se vendrá con una experiencia que podrá compartir en un país también con características sismológicas.

 VISITA BAN KI MOON ZONA  AFECTADA POR SISMO El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, visitó ayer la ciudad chilena de Concepción, una de las más devastadas por el terremoto, y anunció que informará a la comunidad internacional sobre la situación de Chile para coordinar y mejorar el envío de la ayuda humanitaria. En declaraciones a los periodistas, el secretario general de las Naciones Unidas dijo sentirse "muy impresionado" por los efectos del sismo, aunque valoró muy positivamente el "liderazgo" de la presidenta Michelle Bachelet, y de su sucesor, Sebastián Piñera, para superar la catástrofe.

Teletón recauda 59 mdd

Nelson Riffo es periodista del diario El Sur en Concepción, Chile, una de las ciudades más devastadas por el terremoto de la semana pasada. A petición de El Siglo de Torreón, Riffo envió un breve testimonio sobre la vida en una zona de desastre, donde ser periodista se ha convertido en una ventaja.

No tengo palabras, adjetivos para relatar lo que estamos viviendo, sólo decirte que la realidad supera las imágenes.

Hemos aterrizado a una realidad que creíamos superada, no tenemos agua, la energía eléctrica es irregular, no hay telefonía, logro conectarme a Internet gracias a un equipo que me entregó el diario, y lo peor es que los alimentos comienzan a escasear debido a los saqueos y la destrucción del terremoto.

Afortunadamente la presencia militar ha permitido ir mejorando la situación de seguridad lentamente, pero la sensación de estar en una guerra no termina.

Esperamos que en los próximos días los supermercados comiencen a trabajar con mayor regularidad. Hoy, en esta ciudad de 2 millones de habitantes, sólamente están habilitados 3 supermercados, que atienden por turno a un máximo de 50 personas por cada uno de ellos. Comprenderás que las colas son de kilómetros y producto del toque de queda, no todos alcanzan a comprar sus productos.

Pero pese a esto, todos estamos contentos con el toque de queda, pues nos da tranquilidad por estos días.

El acceso a combustible es otra odisea para la gente, lo mismo que el acceso a remedios a través de las farmacias.

En medio de este panorama, debo reconocer que ser periodista es un privilegio, porque tenemos salvoconducto para circular en las horas de prohibición y en mi caso, la empresa me entregó Internet y combustible para mi vehículo.

Gracias a Dios estoy bien, estoy trabajando en una ciudad en guerra por el día y fantasma desde las 18 horas.

El teletón "Chile ayuda a Chile" logró recaudar más de 30 mil millones de pesos chilenos (unos 59 millones de dólares) que serán destinados a los damnificados del terremoto de 8.8 grados richter que azotó al país el 27 de febrero.

El evento benéfico organizado por el popular animador chileno Don Francisco, y en el que participaron dirigentes políticos, artistas, empresarios y cientos de miles de chilenos, duplicó la meta que se había propuesto para construir 30 mil viviendas de emergencia. La presidenta chilena Michelle Bachelet dijo que su país tiene todo para superar esta tragedia, que hasta ahora ha dejado más de 800 muertos, y reconstruir el país que sufrió la pérdida de 500 mil viviendas y dejó dos millones de damnificados.