De la burla al suicidio

Tanto las víctimas como los agresores necesitan del apoyo de terapias psicológicas

Por pertenecer a un nivel socioeconómico diferente, no coincidir con ciertas ideas o simplemente ser un buen estudiante, cualquier estudiante desde la primaria hasta la preparatoria puede ser víctima del acoso escolar mejor conocido como "bullying".

Aunque actualmente no se tienen datos estadísticos para medir la cantidad de alumnos que son víctimas del "bulliyng", las autoridades locales detectan algunas conductas de alumnos principalmente de escuelas públicas, quienes, en muchas ocasiones se dejan ver en "bolita" al salir de su horario de clases en las paradas de autobuses, en plazas o en esquinas protagonizando alguna pelea con insultos, gritos y hasta golpes.

Hace falta primero que nada explicar de dónde viene el término "bullying"; según citas bibliográficas, el terminó se empezó a usar en investigaciones de Dan Olweus, quien realizó una investigación en la década de los 70's sobre el acoso escolar que tenía como finalidad combatir esta situación en las escuelas de Noruega.

Por muchos años, el término quedó en el olvido, sólo se escuchaba de pleitos entre alumnos, pero a medida que aumentó la relación hostil entre alumnos de escuelas de diferentes partes del mundo y de México, la palabra "bullying" volvió a tener la fuerza necesaria para que en la actualidad sea citada en pláticas cotidianas.

 TIEMPO DE REACCIONAR

Corporaciones policiacas e instituciones educativas luchan día con día para contrarrestar esta situación que causa graves repercusiones en las víctimas, que en muchos de los casos pueden culminar en el suicidio.

Mediante visitas a escuelas, personal de los departamentos de Prevención al Delito expone los puntos más relevantes sobre el "bullying" y las repercusiones que puede tener en los involucrados, como son: el concepto básico del acoso escolar, los factores de riesgo, los factores de protección, la meditación y resolución de conflictos.

Además se involucra en dichas dinámicas a los padres de familia y a los maestros, que, aunque no están todo el tiempo presentes con los jóvenes, pueden detectar en diferentes actitudes la situación en la que se encuentran los estudiantes.

De esta manera pueden buscar el apoyo psicológico para ayudar a la víctima a superar la situación de hostilidad en la que se encuentra, a la vez de conseguir que él o los alumnos agresores cumplan también con una terapia que los ayude a superar la causa de su agresión hacia sus compañeros.

Por parte de la Secretaría de Protección y Vialidad de Gómez Palacio, se detalló que la familia es el primer contacto de amor y educación para los niños; de ahí que los jovencitos puedan sociabilizar con sus compañeros basados en los valores, normas y comportamientos sociales. De igual manera los padres deben tener el acercamiento con sus hijos para que los enseñen a controlar sus emociones y comportamientos para salir bien librados de cualquier situación.

En el caso de los maestros, deben estar atentos en el desempeño de sus actividades escolares; desde un dibujo hasta los resultados en exámenes de conocimientos. El establecimiento de reglas que se deben cumplir tanto dentro y fuera del salón de clases. Actuar oportunamente si se detecta cualquier indicio de que un alumno es violentado por sus compañeros. Los directivos y profesores deben establecer una relación de apertura para que los alumnos sientan la confianza de acercarse a exponer alguna queja o sugerencia para mejorar la convivencia escolar.

 PREVENCIÓN

La principal medida de seguridad que los padres y maestros pueden tener para evitar que un niño sea participante en una situación de acosos escolar es el acercamiento y la comprensión para escuchar los problemas y, sin criticar, ayudar a encontrar una solución.

Expresiones de defensa

Aunque en México no se tienen registros sobre revelaciones agresivas por parte de quienes son víctimas del acoso escolar, no se puede dejar de lado la situación mundial y un claro ejemplo son las masacres escolares que se han registrado en el vecino país de Estados Unidos de Norteamérica.

La primer masacre registrada alusiva al "bullying" tuvo lugar el 29 de enero de 1979, cuando Brenda Ann Spencer, de 16 años, asesinó a la directora de la Escuela Primaria Cleveland y una empleada administrativa, en San Diego, California, utilizando un rifle que le regaló para navidad. Tras cuestionarle sobre la causa del ataque que dejó además de los decesos ocho niños heridos, Spencer sólo dijo que lo hizo "porque no me gustan los lunes".

El registro del asesino más joven en este tipo de hechos se lo llevó Dedrick Owens, de apenas seis años, cuando en 1999, asesinó con la pistola de su tío a una compañera de clase en la escuela primaria Theo J. Blue, en Mount Morris, Michigan.

Cómo no recordar el famoso caso de Columbine, donde dos estudiantes de esa escuela identificados como Eric Klebod y Dylan Harris, armados con un poderoso arsenal, asesinaron a 10 estudiantes y un maestro el 20 de abril de 1999. Los jóvenes tenían 17 y 18 años. Luego de asesinar a 13 personas y herir a otras 23 antes se suicidaron.

En marzo de 2005, un joven estudiante de Minesota entró a dos escuelas asesinando a 15 personas incluyendo un profesor y un guardia de seguridad. El asesino, quien tenía 17 años, asesinó a sus abuelos antes de cometer la masacre.

La última, en el 2007, en la Universidad de Virginia Tech, donde al menos 32 personas murieron y otras 15 resultaron heridas en la que se considera la peor masacre en un centro educativo de Estados Unidos.