Éste, que apenas empieza, será un mes diferente.
Porque en él empezará la gran fiesta deportiva llamada Copa Mundial de Futbol.
Es cierto, ésta no es una columna deportiva, pero en ella caben algunos comentarios y recuerdos.
En nuestro pueblo, el futbol cobró fama a fines de los años cuarentas del siglo pasado, gracias a las hazañas de dos jugadores. Uno se llamaba Antonio Guangorena, y le decían "El Merenas". Fue el primero que asombró y dejó con la boca abierta a quienes lo veían conduciendo el balón, burlando rivales y anotando goles desde cualquier ángulo de la cancha.
Era común que usara un listón amarrado en su cabeza, lo que lo hacía parecer como uno de esos héroes mitológicos que todo lo pueden y todo lo ganan.
El otro se llamó Guillermo Talamantes Montes y le decían "El Birru".
Como era hermano menor de mamá, tuvimos forma de tratarlo y convivir con él desde muy pequeños.
Era un torbellino jugando, con una velocidad endemoniada y hacía goles de frente a la portería, de espaldas a ella, de cabeza y hasta con la cadera como los antiguos jugadores aztecas.
Pero era también bueno para el beisbol, donde al igual que Martín Dihigo podía jugar todas las posiciones, desde receptor, a pitcher, pasando por las tres almohadillas, las paradas cortas y los jardines. Bateaba con rencor la pelotica y corría como venado las bases.
También era bueno para el basquetbol, con un resorte que le permitía meter los balones desde arriba, desde las alturas.
Ver tantas cosas de este tipo nos animó a tratar de emular a nuestros héroes, así que un buen día compramos uniforme y zapatos con tacos, pero nuestras tareas en esta casa, que empezaron temprano, nos impidieron dedicarnos a la práctica de alguna rama, así que aquellos zapatos con tacos, y los uniformes se guardaron en el clóset.
Un día, aquí en el periódico se formó un equipo de futbol y nos invitaron a participar, así que emocionados fuimos a buscar nuestros arreos deportivos, pero ya no estaban, mamá se los había regalado a un pordiosero que pasó un día por la casa.
Pocos días después vimos a ese señor usando con dificultad los zapatos de futbolista, con los que sufría al avanzar por las pavimentadas calles.
Este mes, los caballeros que gustan del futbol harán sufrir a las señoras, pues no permitirán que la tele su use para otros programas que no sean los que llegan desde Sudáfrica, con Messi, Cristiano Ronaldo o Kaká como actores principales.
