FELIPE RODRÍGUEZ PEÑA
Un amigo, un compañero, un servidor social
Un poeta, un hombre comprometido con su familia.
Un ser ejemplar, como hay pocos, muy pocos.
Lo conocimos de niños. Siempre sonriente, siempre amable.
Trabajaba en la oficina del timbre en nuestro pueblo.
¿Y qué es eso, qué haces? le preguntamos entonces.
Veo lo de los impuestos, lo que se le debe pagar al gobierno para que tengamos escuelas, agua potable, luz eléctrica, servicios.
Nos dijo eso tocándose con sus dedos índice y pulgar las orillas de sus labios, como era su costumbre.
Cinco años después que llegamos a esta Casa lo hizo él.
Fue trabajador de EL SIGLO por varios años.
Empezó como corrector al lado de don Rodolfo Guzmán y tiempo después apareció recibiendo avisos por las noches, donde duró más tiempo.
Lo podían poner en cualquier lugar y en todos se desempeñaba con gran eficiencia.
Es que estaba preparado, pues había sido maestro y de los buenos, de los que ya se producen pocos.
Después, sus futboligramas se hicieron famosos en nuestras páginas deportivas, donde en verso y con pocas líneas describía lo que hacían o dejaban de hacer tanto el Laguna como el Torreón.
Todavía escribió sobre los campeonatos del Santos Laguna.
La última vez que lo vimos fue en un campo deportivo de esta Comarca, a donde había ido a ver en acción a sus bisnietos.
En días pasados, mientras andábamos por Sudáfrica, Felipe se fue de esta vida, tranquilo y satisfecho de haber hecho las cosas bien, muy bien.
Dicen que murió en paz, como fue su vida, pues lo único que sembró en estos campos fue amor y amistad.
Que El Señor en su gran bondad lo tenga a su lado, para que desde ahí nos siga apoyado con su cariño que siempre nos dispensó desde que éramos niños y que lo hizo en forma especial cuando nos dieron en esta Casa tareas más importantes.
Cuando en esta Casa se desató una fiebre por escribir versos. German Becker que operaba la grabadora de láminas de plástico que transformaban las fotografías en clisses. al saber que Felipe se iba de esta Casa escribió: ¿Felipe, por qué te vas? No olvides que aquí te espera, don Antonio de Juambelz, y Antonio López, "El Gordo".
