Los que tiene en casa.
Los que necesitan mayor y mejor atención.
Son también seres pensantes, muy sensibles, que todo captan.
Son, lo hemos dicho aquí varias veces, como esponjas que absorben y recogen el diario vivir de la familia.
Para ellos, el comportamiento de los mayores va indicándoles rutas a seguir y a sentir.
Si ven que los adultos se expresan de sus semejantes con afecto y cariño, ellos también, por lo general, extenderán a su persona esos sentimientos.
En cambio, si hay odio, desprecio, frases despectivas y hasta apodos para los que tratan, ellos también podrán adquirir esos sentimientos y esos conocimientos.
Por ello, usted que tiene seres menores en casa y dentro de su corazón, sea cuidadoso en lo que hace y dice frente a los pequeños del hogar.
Muchas tragedias, y hasta separaciones familiares han ocurrido cuando un niño dice lo que escucha, y ahí se reafirma la famosa frase que dicen todos de que los niños y los borrachos dicen siempre la verdad.
También a un menor no lo trate con frases despectivas u ofensivas. Un día nos tocó escuchar cómo una madre se expresaba de su hijo menor. Nos dio tanta tristeza que nunca hemos borrado de nuestra mente esa experiencia, por más que pasa el tiempo. Así que cuando vemos a esa madre y a su hijo, no nos cabe la menor duda de que ella seguirá en lo que siente y demuestra, simple y sencillamente porque tal vez fue lo que aprendió en su casa cuando era niña.
Cuidado, los niños necesitan mucha atención, y de gran calidad. Tenerlos en casa es una responsabilidad y una dicha, por ello hay que ayudarlos a una mejor formación.
Lo que hoy se atiende debidamente, dará mejores frutos mañana.