Y muy merecido el que queremos brindarle en estas líneas a un apreciable amigo, buen maestro y un ser muy especial.
Nos referimos al Profesor Rafael Castañeda Ríos, nuestro corresponsal en la siempre bella, eternamente primaveral y mágica ciudad de Parras de la Fuente, Coah.
Hace tres días nos llamaba para platicarnos sobre su jubilación como maestro, después más de medio siglo en la docencia y dispuesto a colaborar con actividades de beneficio para la comunidad donde ha vivido muchos años.
Cuando falleció el inolvidable don Juan Contreras, corresponsal de este Diario en Parras, quedó un gran hueco en ese lugar para nosotros, y con el tiempo el profesor Castañeda Ríos empezó a ganarse un sitio en esta casa, a la que sigue sirviendo con cariño y lealtad.
Y no sólo eso, pues ha sido el anfitrión de todo siglero que cae por la bella y colonial ciudad, cuna de Francisco I. Madero, Gustavo Aguirre Benavides y muchos más.
Fue un gran amigo y compañero de aulas del inolvidable compadre Juan Carlos Lamas Urista, con quien compartió jornadas educativas, bohemias y de gran camaradería.
Hace un par de años, una terrible enfermedad afectó al querido maestro, pero con esa entereza que le dieron sus padres, la que reforzó El Señor, pudo salir adelante, victorioso como el gran guerrero de las grandes lides.
Hoy, ha vuelto a disfrutar de la vida al lado de su amada Catita y sus hijos y nietos.
Sigue enviándonos sus crónicas semanales donde puntualiza con especial afecto el vivir parrense con sus famosas siestas.
Por lo que ha aportado a la juventud estudiosa parrense, a su población, a nosotros mismos, muchas gracias maestro y que el Señor nos lo siga conservando y cuidando.
