Símbolo. El mercado se ha convertido en uno de los símbolos más reconocidos de Gómez Palacio. EL SIGLO DE TORREÓN / PRIMITIVO GONZÁLEZ EL SIGLO DE TORREÓN / PRIMITIVO GONZÁLEZ
Aunque fue reconstruido luego de haberse incendiado en el año de 1948, el mercado José Ramón Valdez tiene 100 años de existencia y es uno de los símbolos de la ciudad de Gómez Palacio, asegura el secretario general de la Unión de Locatarios de ese centro de abastos, Fernando Flores Carreón.
CELEBRAN MISA Todos los domingos, desde hace cuatro años, los locatarios comienzan sus actividades dando gracias a Dios, con una misa que tienen en el interior del mercado, lo que lograron por las gestiones que hicieron ante la Parroquia de Guadalupe y es por ello que domingo a domingo acude un sacerdote a oficiar la misa frente a la imagen de la Virgen morena. "Al principio éramos sólo diez personas, pero en la actualidad asisten como 100 personas a la misa, incluso algunos que no son locatarios", dice el dirigente.
ORGANIZADOS
Flores Carreón destaca la organización que tienen en el mercado, lo cual les ha permitido tenerlo en condiciones aceptables, aunque hay algunos lugares con el pavimento dañado y también se observa el pavimento en malas condiciones por la Allende, ya que ahí hacen parada los autobuses urbanos y suburbanos.
DE TODO UN POCO En el mercado, ubicado entre las calles Victoria y Allende, y las avenidas Escobedo y Ocampo, se encuentran desde abarrotes, puestos de comida corrida, menudo, tacos, tostadas, así como joyería, carnicerías, tiendas de regalos, de mochilas escolares y de una gran cantidad de productos.
MALOS TIEMPOS
Como en casi todos lados, cuenta Flores Carreón, los más de 170 locatarios han sufrido la baja en sus ventas e incluso el año pasado se cerraron 14 puestos, pero la gran mayoría se mantiene trabajando con sus altibajos. "Aquí se generan 150 empleos directos y como 300 indirectos y la verdad la situación económica no deja de preocuparnos, pero hay que seguir trabajando con ganas".
Asegura que la unidad existente entre ellos, les ha permitido continuar e inclusive enfrentarse a la autoridad, como cuando el alcalde Octaviano Rendón Arce, les quería incrementar las rentas en 150 por ciento, pero a través de marchas lograron que diera marcha atrás y se concedió un aumento razonable.