Afrodisio Pitongo, galán proclive a la concupiscencia de la carne, conoció en un bar a una linda chica, y le invitó una copa. Ella aceptó, y aceptó también una segunda, y otra más. Afrodisio consideró que la situación se presentaba bonancible, y le sugirió a la muchacha ir a un sitio más discreto. Mencionó un cierto motelito que estaba por ahí cerca. Ella se molestó al oír aquella proposición indecorosa. "¿Piensas acaso -le dijo con acrimonia a su amigo ocasional- que tres copas son suficientes para hacer de mí una prostituta?". Pregunta Afrodisio: "¿Entonces cuántas se necesitan?"... El próximo viernes pondré aquí dos cuentos de color subido. Siempre acostumbro anunciar uno, pero en está ocasión narraré dos. Doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, y el reverendo Rocko Fages, pastor de la Iglesia de la Tercera Venida (no confundir con la Iglesia de la Tercera Avenida, que permite desear a la mujer del prójimo a condición de que sea realmente deseable) están considerando hacer una alianza para impedir la publicación de esas historias. Independientemente de que esa coalición se lleve a cabo o no, desde ahora la califico de grotesca, perversa, contra natura, estéril y coyuntural. Esperen mis cuatro lectores, pues, los dos vitandos chascarrillos que anuncié. Verán la luz el viernes próximo... Importante industria sin chimeneas -aunque la tengan algunos de sus establecimientos- es la restaurantera. Da ocupación a casi un millón de mexicanos, y contribuye a la economía nacional con más del 2 por ciento del Producto Interno Bruto (no me disculpo, porque así se llama). Un saltillense preside ahora el importante organismo nacional que agrupa a los restauranteros: Braulio Cárdenas Cantú, miembro de una estimadísima familia admirada por su tesón y por su esfuerzo. El nuevo presidente de la CANIRAC pedirá a las autoridades hacendarias que la deducibilidad de impuestos por el consumo en restaurantes sea elevada, en determinadas condiciones, del 12.5 al 50 por ciento. Tal medida favorecería a ese importante ramo de la actividad económica en tiempos en que afronta dificultades serias por causa de los problemas -recesión, influenza y lo demás- que se presentaron en el 2009. La petición de los restauranteros es razonable, y debe ser atendida, toda vez que no habrá impacto en la recaudación si se aumenta esa deducibilidad... Babalucas llegó a una farmacia. Traía vendada la cabeza. Le pide al farmacéutico: "Me da una inyección antibritánica". El hombre de la farmacia lo corrige: "Querrá usted decir 'antitetánica'". "La quiero antibritánica -insiste Babalucas-. El golpe me lo dieron con una llave inglesa, no con una teta"... Aquella chica se enteró de que estaba un poquitito embarazada. Se alegró mucho, y de inmediato llamó por teléfono a una amiga. Le dijo: "¡Ni te imaginas! ¡Tengo a alguien dentro de mí!". Responde la amiga: "Cuando acabes me llamas otra vez, y me das los detalles"... Los papás de Pepito lo llevaron a conocer el hermoso Centro Histórico de la Ciudad de México. Al terminar el recorrido dijo el niño: "Lo que más me gustó fue la estatua de Carlos Cuarto". Sus papás quedaron muy complacidos por el buen gusto de su hijo. "Y a propósito -pregunta Pepito- ¿quién es el que está montado en Carlos Cuarto?"... Don Astasio supo sin lugar a dudas que su esposa, doña Facilisa, lo engañaba. Le dijo: "Si me dices con quién, perdonaré tu culpa". Ella guardó silencio. Le pregunta, severo, don Astasio: "¿No me dirás el nombre de tu amante, inverecunda pecatriz?". Respondo doña Facilisa: "Sí te lo diré. Lo que pasa es que estoy pensando a cuál de todos voy a mencionar"... FIN.