El dinosaurio se acercó a la dinosauria con intenciones evidentemente eróticas. Le dice ella: "Lo siento, querido; hoy no puedo. Estoy en mis tres siglos"... Los Potros de Indianápolis salieron con su domingo siete, y fueron causa de que perdiera yo la apuesta que hice con Rafael, mi nieto. La experiencia me hizo apostarle a la experiencia. Rafa, en cambio, le apostó a las ganas de ganar. El triunfo se lo llevaron en buena hora los Santos de New Orleans, y yo aprendí -la lección me costó 50 pesos- que en tratándose de gadgets y deportes los nietos saben más que sus abuelos. Que esto me sirva de lección... Para ejercer la democracia, lo mismo que para brillar en sociedad, se necesita una buena educación. En México tenemos un sistema educativo de segunda (haciéndole favor); por eso tenemos política de tercera y ejercicio democrático de cuarta (haciéndoles favor). En Veracruz un político se las arregla para proyectar su figura al margen de la legislación electoral por medio de una marca de café -de quinta, me aseguran- que lleva su apellido. Otro pone su nombre en bolsas de maíz y de frijol. El ardid es tan elemental que en un país educado y democrático haría sonreír a los votantes, e ipso facto descalificaría a quienes recurrieran a trucos tan baratos para tomar ventaja en un proceso de elección. Pero en México apenas estamos empezando a ver el túnel a cuyo final se ve la luz, y ni siquiera tenemos los políticos que merecemos: los tenemos peores... Hollywood no sólo es una fábrica de sueños: es también una fábrica de chismes. He aquí uno muy sabroso entre los muchos que he anotado para poner aquí y contribuir, siquiera sea modestamente, a dar más lucimiento a la ceremonia de entrega de los Óscares. Simone Signoret ("Les diaboliques", 1954) formaba parte de la élite intelectual de izquierda en el París de los cincuentas. Así, se sentía obligada a mantener ideas -y poses- de avanzada. Toleró por eso el affaire de su esposo, el actor y cantante Yves Montand, con Marilyn Monroe, y siguió casada con él a pesar de las burguesas cuchufletas que le enderezaban sus compañeros -y compañeras- de intelectualidad. A propósito de Marilyn Monroe dijo el director de cine Billy Wilder: "Tiene bubis de granito y cerebro de mantequilla". (No se puede tener todo, Billy. A lo mejor tú tenías cerebro de granito y pichirola de mantequilla)... El patrullero detuvo a sor Bette, pues iba manejando su carrito viejo con extremada lentitud en una autopista de alta velocidad. Le dice con tono severo: "¿Sabe usted, reverenda madre, a qué velocidad va manejando? ¡A 6 millas por hora!". "Perdóneme, oficial -responde apenada la monjita-. Es que llevo prisa"... El encargado de hacer la encuesta le informó a su jefe: "En el renglón donde se pregunta: '¿Cuántas veces por semana hace usted el amor?', el 82 por ciento de las personas encuestadas respondió: 'Tres veces'. Pero cuando añadimos: 'Con su esposo o esposa', el porcentaje descendió a 0.25"... Babalucas le pidió a un comerciante: "¿Me cambia este billete de 100 pesos?". "¡Oiga! -le dice el otro-. ¡El billete es falso!". "Ya lo sé -replica el tonto roque-. ¿Por qué cree que quiero que me lo cambie?"... Aquel hombre joven sufrió un accidente grave. Su amigo fue a visitarlo en el hospital. "Dígame, señorita -le preguntó a la escultural enfermera que atendía al paciente-. Mi amigo ¿tiene alguna oportunidad?". "Ninguna -respondió tajantemente la enfermera-. No es mi tipo"... El recién casado le ofreció a su flamante mujercita: "¿Quieres que te lleve el desayuno a la cama?". "Bueno -aceptó ella-. A ver si en esto sí me dejas satisfecha"... FIN.