Monclova es una ciudad de la que los coahuilenses nos sentimos orgullosos. Su signo es el trabajo; su carácter la fortaleza ante la adversidad. Un hombre visionario, Harold Pape, fundó ahí una empresa, Altos Hornos, e hizo una ciudad en lo que fue alguna vez un caserío. Más de una vez los bandazos del exterior, e internos, han sido causa de que Monclova sufra golpes económicos, pero siempre ha vuelto a resurgir, y siempre sus laboriosos habitantes han guardado la tradición de su comunidad. Hace unas noches asistí a la inauguración del nuevo Teatro de Monclova. Lo entregó el gobernador Moreira, y es una obra espléndida tanto desde el punto de vista de la arquitectura como de lo teatral. Cualquier ciudad de México, y aun de cualquier país, se enorgullecería al tener un teatro así, dotado con recursos técnicos que harán posible la presentación de espectáculos de categoría mundial, y que será también recinto para la actividad artística local. Tiempos oscuros son los que vivimos. Una obra como ésta habla de cultura, pone luz en ese panorama desolado, y es merecida recompensa para una ciudad que siempre ha dado ejemplos buenos. Otro teatro similar está por terminarse en Piedras Negras, población fronteriza de Coahuila igualmente merecedora de obras que enriquezcan su vida cultural y contribuyan al bien comunitario. Yo siento orgullo de mi estado. Celebro que el gobernador Moreira esté impulsando así, con obras importantes en todas las regiones de Coahuila, un valor que siempre los coahuilenses hemos cultivado: el amor a las cosas del espíritu. La noche que se inauguró el teatro de Monclova pude sentir la ufanía con que los monclovenses miran ya esta obra, que sienten suya, casa para todos por igual. Yo, que de Monclova he recibido siempre afecto, los acompaño en ese sentimiento de alegría. Enhorabuena... Y ahora he aquí un chisme previo a la entrega de los Óscares. Claudette Colbert, de origen parisino, era bisexual. Marlene Dietrich fue una de sus amantes. El marido de la Colbert lo sabía todo, y aunque conservó su matrimonio vivía en otra casa... El recién casado llega a su casa después de consultar al médico. "-Mi amor -comunica a su mujercita-. el doctor me dice que este agotamiento que traigo es resultado de excesiva actividad amorosa, y me recomendó que por un tiempo hagamos el amor solamente dos días a la semana. ¿Qué días prefieres?". Ella se queda pensando un momentito y luego dice: "-Los que terminen en S y los que acaben con O"... "-¡Ah, infame adúltera! ¡Ah, amigo infiel! ¡Pero esto me lo van a pagar los dos muy caro!''. "-Lo entendemos, Cornilio, y te lo justificamos. Todo ha subido mucho''... El maduro señor iba por la calle cuando en la esquina lo detiene una muchacha muy pintada. "-¿Te gustaría pasar conmigo un rato agradable, guapo?" -le pregunta-. "-Lo siento -responde el señor-. Es algo tarde". "-No es tarde -replica la muchacha-. Son apenas las once de la noche". "-No -aclara el señor con una gran tristeza en su voz-. Son unos diez años tarde"... Tendida sobre su espalda, en la playa, la muchacha le dice a su pareja: "-¡Cuántas estrellas! ¡Qué cielo tan hermoso!". Contesta el galán respirando con agitación: "-No estoy en posición de opinar"... FIN.