Pompana y Bustolina, mujeres jóvenes dueñas de ubérrimos encantos, decidieron hacerse exploradoras. Dos semanas llevaban en lo más profundo de la jungla africana cuando cayeron en manos de una tribu de antropófagos. Amaneció el siguiente día, y exclama Pompana con un suspiro de alivio: "¡Caramba! ¡De plano creí que estos salvajes nos iban a comer!''. "Yo también -dice Bustolina ya tranquila-. Pero nos salvamos por una letra''. (No le entendí)... "Etilio -le reclama la mujer a su marido con draconiano acento-. No has cumplido tu palabra. El primero de enero del presente año me juraste que dejarías de beber seis meses''. "Y he cumplido! -confirma tartajosamente el borrachín-. ¡Estoy bebiendo un día sí y un día no!''... Doña Balena, señora grande y gorda, llegó a la tienda de departamentos. "Perdone -le pregunta a un dependiente-, ¿tienen crema bronceadora?''. "Sí hay -responde el muchacho al tiempo que calculaba las medidas de la robusta dama-. En el sótano encontrará usted la bodega de ventas al mayoreo''... Aquel señor, intelectual, politólogo, analista y líder de opinión, instruía a su hija sobre temas sociales y políticos. Le dijo: "Las minorías merecen el mayor respeto''. "¡Qué bueno que pienses eso, papi! -responde alegremente la muchacha-. Leí que en este Estado el 62 por ciento de las mujeres de 20 años son vírgenes. ¡Y desde anoche yo estoy en la minoría!''... El tipo aquel llegó presuroso con el gendarme de la esquina y le preguntó agitado: "¿Vio usted pasar corriendo a un individuo lleno de sangre, con una herida grande en la mejilla, una cortada en el cuello, una oreja seccionada por completo y la otra partida a la mitad?''. "No lo vi -se alarma el guardián del orden público-. ¿Qué sucedió?''. Responde muy enojado el otro: "¡El maldito salió corriendo de mi peluquería sin pagarme la afeitada!''... En la tienda que vendía balanzas de precisión le dice un cliente al dueño: "Soy farmacéutico, y necesito una balanza muy exacta''. "Tengo la mejor -le informa el de la tienda-. Registra hasta una millonésima de gramo''. Y le muestra el aparato. Lo examina el farmacéutico, y pregunta luego, receloso: "¿De veras es fiel esta balanza?''. "Tan fiel como su esposa'' -responde con una sonrisa el dueño-. El cliente vacila un poco, y dice luego: "¿Podría mostrarme otra?''... El automóvil del agente viajero sufrió una descompostura, y el hombre se vio obligado a pasar la noche en el jacal de una rancherita. Durante la noche el individuo aprovechó la hospitalidad de la muchacha más allá de lo que las buenas costumbres recomiendan. Al día siguiente se dio cuenta de que no tenía más que un billete de 100 pesos para corresponder a los favores de la chica. Apenado por la cortedad de la suma le entregó el billete a la muchacha. Le dice ella, apenada: "No tengo cambio, siñor. Va usté a tener que quedarse otras cuatro noches''... Salesio ganó el primer lugar en ventas casa por casa de artículos para el hogar. "¿Cuál es el secreto de tu éxito?'' -quiso saber un compañero. Le contestó Salesio: "Uso una fórmula de cinco palabras, infalible. Cuando la señora de la casa abre la puerta le pregunto: 'Perdone usted, hermosa señorita: ¿está su mamá?'''... Le cuenta un chico a su amigo: "Salí anoche con una muchacha y la pasé muy bien. Tiene mucho sentido del humor''. Comenta el otro, hosco: "Yo salí con otra, y la pasé muy mal. Tiene mucho sentido del honor''... El tímido muchacho le dio unos besitos en la mejilla a la coqueta chica, y le dijo con meloso acento: "Son unas cucharaditas de amor''. Replica ella con impaciencia: "¿Te pasa algo en la pala?''... FIN.
