Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Murió un señor -Dios lo haya recogido-, y deudos y amigos en honda cuita se congregaron en el panteón. Ahí un mariachi interpretó las sentidas notas de "Las golondrinas", y la viuda recibió el conmovido pésame de los dolientes. Esa misma noche un compadre del desaparecido visitó en su casa a la esposa del difunto. "Comadre -le dijo con tono de circunstancias-, sé que éste no es el mejor momento para decirle lo que tengo que decir. El cuerpo de mi compadre está aún tibio, y...". "No, compadre -lo interrumpió la señora-. Yo lo toqué en la caja, y ya estaba helado paleta". Esa observación hizo que el visitante se sintiera autorizado a continuar. "Usted siempre me ha gustado, comadrita, y vengo a pedirle que después de un tiempo de luto razonable unamos para siempre nuestras vidas. Perdóneme que se lo pida el mismo día del sepelio, pero temí que alguien se me adelantara". Exclama la comadre: "¡Cómo no me lo dijo antes, compadrito! ¡Ya me entendí en el panteón con el hombre que toca el tololoche en el mariachi que le cantó Las Golondrinas al difunto!". (Linda palabra es ésa: "tololoche". En Yucatán llamaban "toroloche" a un instrumento parecido al guitarrón, grande y redondo, que había que rodear con los brazos para tocarlo. Su nombre viene del castellano "toro" y el maya "loch", que se abraza. Como la lengua maya carece de la letra ere, el vocablo quedó en "tololoche")... "La liberación femenina sirvió a la mujer para romper las cadenas que el hombre le había puesto, y atarse a nuevas cadenas que ella misma creó". Esa frase es de Penny Senvy, la celebrada autora de "The Savage Clitoris", un clásico de la literatura feminista. "Mujer en verdad libre fue mi abuela -escribe Senvy-. Sus tareas de ama de casa y madre de familia le dejaban tiempo libre que ella podía dedicar a la lectura, a merendar con sus amigas, a las obras asistenciales de su iglesia, o incluso a sentarse en la mecedora del porche de su casa a beber un vaso de limonada fría mientras llegaban los niños de la escuela y su marido del trabajo. En cambio las mujeres 'liberadas' de hoy deben salir a trabajar para contribuir al sostenimiento de la casa, y a más de eso tienen que cumplir las tareas domésticas tradicionales, y atender a la crianza de la familia. Poco tiempo les queda para compartirlo con su esposo y con sus hijos, y menos tiempo aún les queda para sí mismas". Y remata Senvy su argumentación con una frase lapidaria: "Eso nos pasa por haber renunciado a lo que pide la naturaleza para cumplir las exigencias de la sociedad". A mí, que no soy muy versado en las doctrinas feministas, la tesis de la señora Senvy me parece algo reaccionaria, pero no puedo dejar de reconocer en este día, el de las madres, que el 10 de mayo era en mis tiempos la expresión de un remordimiento de conciencia. Entonces había cabecitas blancas -no nacía aún Miss Clairol-, y las madres se sentían obligadas al llanto permanente, y a sufrir en silencio día tras día, aunque su esposo fuese modelo de maridos, sus hijos e hijas fueran perfectos jóvenes y virtuosas señoritas, la familia estuviera bien acomodada, y todos gozaran de cabal salud. Aun así la madre sentía el deber profesional de llorar por lo menos una hora diaria, para merecer el ambicionado nombre de "abnegada", y oír en este día con manso continente, la cabeza inclinada, las manos puestas sobre el delantal, el chotis "Amor de madre", "Cabellera blanca", por Agustín Lara, y "El brindis del bohemio" con don Manuel Bernal. En nuestra época esa celebración ha desmerecido mucho, hay que decirlo, y tiene la misma importancia casi que el Día del Padre. A lo mejor, bien vistas ya las cosas, Penny Senvy tiene algo de razón. Madre sólo hay una, eso nadie lo puede discutir, pero no cabe duda de que ahora los hijos no sienten ya ningún remordimiento en relación con su mamá. Y los remordimientos, si bien no son deseables desde el punto de vista del equilibrio emocional, son necesarios siempre como base para los homenajes... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 522971

elsiglo.mx