Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Pepito fue a pasar vacaciones con sus tíos, que vivían en un pequeño pueblo alejado de la Capital. Muy religiosos eran aquel señor y su señora. Entregados de continuo a prácticas devotas, no hacían otra cosa que rezar, y llevaban su piedad a todos los ámbitos de la existencia diaria. A todos, digo, pues cuando Pepito regresó a la ciudad después de la estancia en casa de sus tíos narró lo que en ella sucedía algunas noches. "Mi tía y mi tío duermen en cuartos separados -relató-. De noche, cuando ya todos en la casa se habían ido a descansar, oía yo que mi tío se levantaba de la cama, salía de su habitación y se dirigía con pasos silenciosos al cuarto de mi tía. Con una leve tos frente a la puerta le anunciaba que se encontraba ahí. Entonces ella tosía también, para indicarle que podía entrar. Entraba él. Yo me acercaba, y tras la puerta me ponía a oír. Le preguntaba él: "¿Dispuesta estás, esposa mía, a oficiar conmigo el rito de unión de los casados, único medio moral de sedar la concupiscencia y perpetuar la especie?". Contestaba ella: "Dispuesta estoy, marido mío". Luego decía él: "Para no consumar este acto al modo de los paganos o las bestias, y evitar caer en pecado de lujuria, al tiempo de cumplir ese acto recitaremos piadosas jaculatorias y letanías". Empezaba él al ritmo en que se movía la cama: "Kyrie eleison". Y respondía élla: "Kyrie eleison". Repetía él: "Kyrie eleison". Y mi tía: "Kyrie eleison"... "Y luego ¿qué pasaba?" -preguntan con ansiedad quienes oían el relato de Pepito. "No sé -contestaba él-. De pronto mi tío se quedaba en el puro Kírili kírili kírili"... Doña Balenia, señora sumamente gorda, estaba disfrutando de las tibias aguas del mar. Decidió salir a recostarse unos momentos en las arenas de la playa. Se desconsoló mucho cuando oyó a un niño que les gritaba a sus compañeritos: "¡Ahora sí podemos meternos al mar, amigos! ¡La señora ya no lo está usando!"... Le dice la esposa a su marido: "Necesito una operación para levantarme el busto". Exclama el tipo: "¡Ah, vanidad femenina!". Razona la mujer: "No es vanidad. Tú también tomas pastillas para que se te levante otra cosa". (En forma parecida, don Languidio no tenía qué ponerse para ir al baile de disfraces. Le sugiere su señora: "Por qué no te presentas desnudo, y dices que vas disfrazado de naturaleza muerta?")... "A ver Babalucas: ¿cómo se llaman los que viven en Francia?". "¡¿Todos?!"... El jefe de personal de la Cámara de Diputados notó que un mensajero pasaba demasiado tiempo en el WC. Le pregunta: "¿Por qué pasas tanto tiempo en el baño?". Responde el muchacho: "Porque es el único lugar de este edificio donde la gente sabe lo que está haciendo"... El meloso novio le pregunta a su dulcinea: "¿De quién son esos ojitos?". "Tuyos, mi amor". "¿Y esa naricita?". "Tuya, mi amor". "¿Y esa boquita?". "Tuya mi amor". Se pone audaz el novio: "Y esas pompitas ¿de quién son?". "Ay, Medardo -responde con impaciencia la muchacha-. Todo lo quieres para tí. ¡Deja algo para los demás!"... Le dice un amigo al señor que había perdido los dientes delanteros: "¿Por qué no te pones una dentadura?". Responde el señor: "No me hace flauta"... Llegó un tipo con el doctor. Traía su parte de varón herida, lacerada, llena de rasgaduras, excoriaciones, roces y magulladuras. "¿Qué le sucedió?" -pregunta el facultativo con asombro. Responde con lamentoso acento el individuo: "Unos amigos y yo salimos con las muchachas del circo. A mí me tocó la tragavidrios"... El marido de doña Frigidia le comentó a un amigo: "Creo que mi esposa está empezando a interesarse en el sexo. Anoche, cuando le hacía el amor, dijo: 'Bueno, adiós, comadre: tengo que colgar porque estoy algo ocupada'"... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 557282

elsiglo.mx