En el momento del amor Rosibel le dice a su galán: "Mi cuerpo es un templo sagrado". "¿Por qué me dices eso?" -se extraña el sujeto. Responde ella: "Porque tú quieres entrar por la sacristía". (No le entendí)... Una señora le tejió un suéter a su esposo, y le pidió que se lo probara. "Me queda bastante bien, mi amor -le dice él con cuidado de no herir sus sentimientos-. Pero una de las mangas está ligeramente más grande que las otras dos"... El dueño de una cadena de taquerías recibió la visita de un auditor de Hacienda. "¿Por qué no me dejan en paz? -clamó irritado-. ¡Soy sólo un pobre vendedor de tacos!". "Lo será -replica el funcionario-. Pero sabemos que este año ha hecho usted 14 viajes a Las Vegas, 5 a Europa, y 3 cruceros al Caribe". Contesta el taquero: "Tengo servicio a domicilio"... Con tono evocador don Martiriano le dice a su mujer: "¿Recuerdas, Jodoncia, lo felices que éramos hace 50 años?". Contesta ella, reseca: "Hace 50 años ni siquiera nos conocíamos". "Por eso" -suspira don Martiriano. (Solía decir este pobre señor: "Gracias a Dios vivimos en un país libre, donde un hombre puede hacer todo lo que a su esposa se le antoje")... El hijito del granjero entró en la casa muy agitado, y exclamó: "¡Mami: el toro se está tirando a una vaca!". "No uses expresiones vulgares -lo amonestó la señora-. Di, por ejemplo: 'El toro está asombrando a una vaca'". Al día siguiente volvió a entrar el pequeñito, y dijo: "Mami: el toro está asombrando a todas las vacas". "No es posible -replicó la madre-. No puede asombrar a todas las vacas al mismo tiempo". "Sí las tiene asombradas -replica el niño-. Se está tirando al caballo"... Yo pienso que la política es la segunda profesión más antigua del mundo. Y pienso también que a veces se parece bastante a la primera. Por mucho que se disfrace de idealismo, de vocación de servicio, la política es fundamentalmente el arte de ganar el poder y mantenerlo. Y en esa tarea estorban tanto las ideas como los ideales. Y más estorban los escrúpulos. Así pues, en la política como en la política. En ella el fin justificará siempre los medios, tanto los impresos como los electrónicos. Enrique Peña Nieto ha recibido críticas por haber implantado a través de un Congreso obsecuente una disposición que impide las candidaturas comunes en el Estado de México. Con eso, se dice, busca asegurar el triunfo de su partido, el PRI, en la próxima elección local. ¿Y qué otra cosa se esperaba que hiciera? Si la ley le permite hacer lo que hizo, entonces actuó en puridad de lógica política. Toca ahora a sus opositores emplear los medios que la legislación electoral pone en sus manos para impugnar tal decisión, y recurrirla. Instancias hay, locales y federales, por medio de las cuales se puede atacar esa medida. No es atinado criticar a un toro de lidia por embestir, o a un gato por cazar ratones. Tal es su instinto. El del político es conseguir el poder, y retenerlo. Dicha tendencia elemental es dirigida y atemperada por las leyes. Apelen a ellas los adversarios del gobernador mexiquense; utilicen todos los medios legales a su alcance para acotar su acción y, si les es posible, impedirle el logro de sus aspiraciones. En eso consiste la política. En eso consiste también la democracia. Lo demás es llanto estéril de inanes plañideras... Me voy a tomar un minutito para anotar eso de "llanto estéril de inanes plañideras", no sea que se me olvide. Podré usarlo después en un discurso. Ahora narraré un cuentecillo final... El joven Pajolito fue a hacerse un examen de salud. Le dice el médico: "Debes dejar de masturbarte". "¿Por qué?" -pregunta Pajolito. Responde el facultativo con enojo: "¡Porque estoy tratando de examinarte, caborón!"... FIN.
