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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Don Languidio, señor de edad madura, fue a cortarse el pelo. Mientras el peluquero hacía su trabajo, el añoso caballero le confió un problema íntimo: tenía dificultades para hacer obra de varón. (Problemas del alma son ésos. Del almanaque). "Haga lo que yo -sugiere el barbero-. Le pido a mi señora que me haga un strip-tease; y lo hace con tal sensualidad, con movimientos tan lúbricos y voluptuosos, que vuelvo a sentir los olvidados ímpetus de la juventud, y otra vez enarbolo el lábaro flamígero de la pasión carnal". Don Languidio le aseguró que de inmediato pondría en práctica la recomendación. Al día siguiente, sin embargo, llegó otra vez a la peluquería. Mostraba en el rostro una gran decepción. Le dijo al fígaro: "A mí no me funcionó lo del strip-tease, maestro. Pero lo felicito: tiene usted una casa muy bonita, y su esposa baila muy bien"... Se cumplió ayer otro bicentenario que aquí pasó casi inadvertido. El 24 de septiembre de 1810 se abrieron en España las Cortes de Cádiz, con representación de diputados tanto de la Península como de América. En los debates brilló mi ilustrísimo paisano don Miguel Ramos Arizpe. Con empecinamiento que le costó la cárcel sostuvo la idea de que la soberanía reside en el pueblo, no en el Rey, y abogó por los derechos del individuo frente a los poderes absolutos. Esas Cortes fueron un grito de libertad que sacudió a la monarquía despótica e inauguró el siglo diecinueve en España y sus reinos americanos. Cuando Ramos Arizpe, adalid de las tesis federalistas, volvió a Saltillo, la gente lo recibió en triunfo. Los vecinos, conforme al uso de la época, se dispusieron a desenganchar las mulas que tiraban de su carruaje para estirarlo ellos y llevar así al prócer a su casa. Tal era el homenaje que se rendía a los vencedores. Ramos Arizpe, sin embargo, rechazó esa muestra. "No vine aquí -manifestó- para que mis paisanos me sirvan de acémilas". En nuestro tiempo los mexicanos tiramos del pesado carruaje en que a sus anchas viaja esa casta que forman los partidos y su enorme burocracia. Quienes pagamos impuestos servimos de acémilas a aquellos que han hecho de la política un negocio, una ocasión de medro personal, y hacen y deshacen las leyes a su antojo, y no tienen más representación que la de sus intereses. Vivimos en el atraso aún por causa de los malos políticos que ponen la conveniencia partidista por encima del bien de la Nación. ¿Cuándo se inaugurará en México, por fin, el siglo veintiuno? Y otra pregunta: ¿cuál es la capital de Dakota del Sur?... Picio, hombre más feo que un coche por abajo, fue a una farmacia y pidió un condón. El farmacéutico le miró la cara. Luego le entregó el preservativo y le dijo: "Pero debo advertirle una cosa: el condón caduca en 2015"... Eran dos hermanas gemelas, Casta y Susana. Cierto señor encontró a una de ellas en el parque, y la saludó: "¿Cómo está usted, Susanita?". Responde la aludida. "Soy Casta". Y le dice el señor: "¡No sabe de lo que se ha perdido!"... Llegó Meñico Maldotado a la consulta de un urólogo, y le dijo que tenía un problema en la parte correspondiente a la entrepierna. "Déjeme verla" -pidió el facultativo. "Está bien -dice Meñico-. Pero debe prometerme que no se reirá". "No veo por qué podría reírme -contesta muy serio el facultativo-. Sin embargo prometo no reírme". Mostró Meñico la aludida parte, y el médico prorrumpió en una estrepitosa carcajada. "¿Lo ve? -se queja con pesadumbre Maldotado-. Le dije que se iba a reír". "Perdone usted -se disculpa el especialista-. Lo que sucede es que en mis largos años de urólogo no he visto una tan ridículamente pequeña como la suya. Pero, en fin, ¿qué problema tiene en su parte?". Responde Meñico: "Está inflamada"... FIN.

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