Había en Polonia una pequeña aldea llamada Bytów, tan pequeña que en ella sólo había una vaca. Cierto día la vaca dejó de dar su leche. Los vecinos acordaron ir a una ciudad cercana, Stupsk, a comprar otra. La nueva vaca resultó fantástica: daba cerca de 30 litros diarios de una excelente leche que no sólo satisfacía las necesidades de todas las familias, sino además servía para hacer quesos, crema y mantequilla. Felices, los aldeanos decidieron comprar también un toro, a fin de que aquella magnífica vaca tuviera crías. Pero cada vez que el toro se acercaba a la vaquita, ésta lo rechazaba, y si el toro insistía en sus avances lo recibía con coces y mordidas. Desolados, los aldeanos fueron en busca de consejo con el rabino del pueblo vecino, y le contaron lo que estaba sucediendo. El rabino se quedó pensando, y luego les preguntó: "¿Compraron ustedes esa vaca en Stupsk?". "Sí -respondieron los aldeanos, sorprendidos-. ¿Cómo lo adivinaste?". Contesta el rabino, melancólico: "Porque de ahí es mi esposa"... ¡Mañana! Sí, mañana presentaré en la Feria Internacional del Libro, en Monterrey, mi más reciente libro: "La Otra Historia de México. Díaz y Madero, la espada y el espíritu". En él narro una versión distinta de las luchas revolucionarias. Presentarlo me servirá para narrar numerosas anécdotas de sus personajes, divertidísimas unas, trágicas las otras, pues ninguna de nuestras gestas nacionales tiene tan rico anecdotario como la Revolución. Hablaré además de la familia Fuentes, conservadora y porfirista, y la de los Aguirre, liberales y revolucionarios, con todas las hilarantes cosas a que daban lugar esas divergencias ideológicas. Relataré también cosas de mi propia vida, ecos de aquella gran conflagración social. Me acompañarán mis cuatro lectores, tú entre ellos. Compartiremos risas, reflexiones y recuerdos; pondré en tu libro una dedicatoria agradecida; nos tomaremos una foto, y nos reuniremos en el afecto y la amistad. La cita es mañana, domingo, a las 13.30, en el salón C de Cintermex. ¡Ahí nos veremos!... Esa olla de grillos que es la política -la politiquería- nacional ha entrado en ebullición cuando falta aún mucho tiempo para la elección presidencial. Las piezas ocupan ya el tablero, y el torneo ni siquiera está cerca todavía. Hay un problema que puede complicar el juego: algunos que tienen estatura apenas para ser alfiles, si no es que peones, aspiran a ser reyes, y eso puede traer división en su respectivo bando. Las cosas se presentan de tal modo que no es aventurado hacer un vaticinio: el triunfo será para el partido que logre mantener en sus filas la unidad. ¿Se darán cuenta los alfiles de que son alfiles? Y otra pregunta que me causa insomnio: ¿cuál es la capital de Dakota del Sur?... El niñito iba a cumplir años, y de regalo le pidió a su papá una araña. El señor fue a la tienda de mascotas, y preguntó cuánto costaba una araña. "Tres mil pesos" -le dijo el propietario. "¡Está usted loco! -se indignó el señor-. Puedo conseguir una mucho más barata en la red"... Una dama del talón fijó su tarifa en la puerta: "Por hacerlo en mi cama con colchón de plumas: 300 pesos. Por hacerlo en mi diván de oriente: 200 pesos. Por hacerlo sobre la alfombra persa: 100 pesos". Llegó un hombre, y pidió hacerlo en la alfombra, pues sólo traía 100 pesos. Llegó otro. Éste traía 200, y quiso hacerlo en el diván de oriente. Llegó un tercer individuo, y le entregó a la dama tres billetes de 100 pesos. "¡Al fin un cliente de categoría! -se alegró la mujer-. Por 300 pesos vamos a mi cama con colchón de plumas". "Qué plumas ni qué categoría -respondió el sujeto-. ¡Quiero hacerlo tres veces en la alfombra!". (Nota: Seguramente había bebido un trago de las miríficas aguas de Saltillo)... FIN.