Avaricio Matatías, ruin sujeto, no daba el gasto de la casa. Su mujer le pidió dinero para pagar el alquiler del departamento. Debían ya tres meses, le recordó, y ese día iba a ir el casero. "Págale como puedas" -replicó el majadero al tiempo que salía a la calle. Cuando llegó por la noche, Avaricio se sorprendió al ver a su esposa en peletier -o sea sin ropa- frente al calentador. "¿Qué haces?" -le preguntó extrañado. Responde la señora: "Estoy secando el recibo de la renta". El piloto de jet se casó con la guapísima aeromoza. Cuando llegaron al hotel y se dispusieron a pasar la noche de bodas, le preguntó ella a su flamante maridito: "¿Dónde está tu copiloto?". "¿Copiloto? -se asombró el recién casado-. ¿Para qué?". "¿Cómo para qué? -replica ella-. ¿Qué tal si tú tienes algún problema?"... El niñito llegó a su casa con un perro callejero. "Me siguió hasta aquí -le dijo con voz de súplica a su madre-. Por favor ¿puedo quedármelo?". La señora se conmovió al ver la infantil generosidad de su pequeño, y el cariño que mostraba al animalillo. Le dice: "Está bien, hijito; puedes quedártelo. Pero tú te harás cargo de él". El marido, que oyó aquello, llegó a la casa al día siguiente llevando del brazo a una voluptuosa morenaza de exuberante busto y opulento tafanario. "Por favor, viejita -le dice a su señora con suplicante voz-. Me siguió hasta aquí. ¿Puedo quedármela? Te prometo que yo me haré cargo de ella"... "Doctor -le pide muy preocupado Babalucas al siquiatra-, quiero que me haga el favor de tratar a mi mujer. Padece un sentimiento de inseguridad muy grande. Figúrese que a escondidas mías tiene un hombre en su clóset para que la cuide mientras yo no estoy". Astatrasio Garrajarra, ebrio consuetudinario, le anunció a su esposa que iba a dejar el vicio. Exclamó con dramático acento: "¡A partir de mañana seré otro hombre!". Cumplió su promesa el temulento. Un solo día. Al siguiente llegó a su casa, como siempre, en competente estado de ebriedad. Le dice con tartajosa voz a su señora: "¡Con la novedad, vieja, de que al otro hombre también le gustaba el trago!". Si el PRI vuelve a ganar la Presidencia ya no podrá ser el mismo PRI. Juramentos de cambio hacen los priistas, pero ese cambio no puede provenir de quienes pertenecen a la vieja escuela. Una nueva generación se necesita para cambiar las cosas y no incurrir otra vez en los antiguos vicios. Para volver, el PRI tiene que dar la imagen de que ya no va a volver. Hubo una inundación. Dos grupos de turistas que andaban en la comarca, uno de hombres y otro de mujeres, fueron llevados a un albergue. Llega una doctora y pregunta en voz alta: "¿Hay aquí alguna embarazada?". "¡Caramba! -protesta desde el fondo una voz de mujer-. Denos tiempo. ¡Todavía ni nos secamos!"... En el curso del candente juicio el fiscal le pregunta al acusado: "¿Es cierto, como lo es, que en el día de autos usted, en forma dolosa, engañosa y maliciosa, con notoria sevicia e impiedad, y haciendo uso de violencia moral preconcebida, causó o infligió a la víctima irreparables daños en su patrimonio, su integridad personal y el buen concepto que goza en sociedad, delito tipificado que da origen a la pena establecida en las causas de imputación señaladas en forma enunciativa, si acaso no exhaustiva, en el inciso F del artículo 2234 del código punitivo en vigor?". Contesta el acusado: "¿Podría repetirme la pregunta?". Un chimpancé estaba en lo alto de un árbol en la selva. Pasó por ahí el león, y le pidió que bajara a platicar con él. "Si bajo -se resistió el monito- me comerás". "Almorcé ya -dice el de la melena-. Lo único que quiero es conversar contigo. Anda, baja". Responde el chimpancé: "Bajaré con una condición: que te amarres tú mismo las patas delanteras y traseras. Así no podrás hacerme ningún daño". El león accedió a la demanda: se ató de tal manera que quedó tendido en el suelo, privado de todo movimiento". Bajó entonces del árbol el monito, y se acercó temblando al león. "¿Por qué tiemblas? -le preguntó el rey de la selva-. Ya no puedo moverme. ¿Aun así tienes miedo de platicar conmigo?". "Lo de la plática será después -repuso el chimpancé-. Ahora tiemblo porque es la primera vez que voy a despacharme un león". FIN.