Un aspirante a actor iba a presentar una prueba ante cierto empresario. Dos horas antes de acudir a la audición recibió un telegrama en que se le anunciaba que su esposa había dado a luz nada menos que quíntuples. Nervioso todavía llegó el muchacho a la prueba, y estuvo muy mal en todo lo que hizo. Al terminar le dice el empresario: "-Baila usted muy mal, canta peor y sus chistes son pésimos. ¿Qué es entonces lo que sabe hacer?''. Sin responder palabra el muchacho le alarga el telegrama... El granjero se disponía a ir al pueblo a comprar unas gallinas. El señor cura le encargó que le recogiera a su perico, que había estado en tratamiento con el veterinario. El granjero pasó por el loro y lo puso en la camioneta con las gallinas. Al ir de regreso se dio cuenta de que algo extraño sucedía. Detuvo el vehículo y se bajó. Por la carretera venían las gallinas, caminando con la lengua de fuera, y desde arriba de la camioneta les decía el perico: "-Ya saben, muchachas: si alguna cambia de opinión puede subir otra vez''... Un señor y una señora estaban en la esquina esperando el autobús. De pronto vino una ráfaga de viento. Levantósele el vestido a la señora y viósele todo lo que en manera eufemística se llama tafanario, posas, cachas, región glútea, antifonario o traspuntín. El señor, caballeroso, le dice a la señora para dismimular el incidente: "-Mucho aire, ¿verdad?''. "-No fue el aire, -responde mortificada la señora-. Fue el viento''... ! "-Babalucas -le dice la señora a su marido- Nuestro hijo ya es todo un hombre. Creo que deberías tener una plática con él acerca del sexo y esas cosas". "-Mira -responde Babalucas-. Por lo que he podido observar él ya sabe todo lo que hay que saber sobre ese tema". "-Precisamente -insiste la mujer-. Para eso quiero que platiques con él, para ver si te enseña algo"... Don Algón se quejaba de su secretaria. "-¡Ah, esta Susiflor! -dice molesto-. Puso el frasquito de píldoras anticonceptivas sobre la copiadora y ahora la máquina no reproduce"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, iba manejando y se pasó un alto. La alcanza en su motocicleta un agente de tránsito y le dice: "-Supongo que sabe usted por qué la detengo". "-Creo que sí, oficial -responde con emoción Himenia-. Se siente usted solo"... El señor regresa a casa a media mañana porque ha olvidado unos papeles de la oficina, y encuentra a su señora en situación más que comprometida con un desconocido. Y eso no es todos: el señor se asombra de ver que el desconocido es un pordiosero. "-¿Qué es esto, Rosilú?" -exclama el marido-. "-Tienes que entender, Ferdinando -dice ella-. El señor llamó a la puerta y me pidió un poco de agua. Después me dijo que si no podía darle algo de comer. Y ya se iba cuando se devolvió y me dijo: '¿Y no podría darme también algo que ya no use su marido?'"... "-Mi marido tiene un problema muy grave, doctor -dice la señora al siquiatra-. Hace un año que se cree plancha''. "-¿Plancha?'' -se sorprende el analista-. "-Sí, -confirma la señora-. De las de planchar ropa''. Pregunta el siquiatra: "-¿Y por qué hasta ahora me lo trae?''. Explica la mujer: "-Es que se lo presté a una vecina, y apenas ayer me lo devolvió''... FIN.