Un individuo acudió a la consulta del doctor Creposso, eminente traumatólogo. Le dijo con angustia: "Todas las noches sueño que cinco hermosísimas mujeres se acercan a mí, desnudas, sedientas de placer como bacantes, y empiezan a quitarme la ropa pidiéndome que les haga el amor, al tiempo que me ofrecen, lujuriosas, sus más íntimos encantos. Yo las rechazo siempre; las empujo violentamente con los brazos. En ese punto me despierto, y termina aquel erótico sueño de pasión, libídine, sensualidad, concupiscencia, carnalidad, lascivia, libertinaje y voluptuosidad. Noche tras noche el mismo sueño. ¡Ayúdeme, doctor, se lo suplico!". "Señor -replica el facultativo-, me temo que se ha equivocado usted de médico. Lo que necesita es un psiquiatra, y yo soy traumatólogo". "¡Precisamente, doctor! -gime el paciente con deprecante voz-. ¡Vengo a que me quiebre los brazos, por favor!". Babalucas llegó a la estación después de un largo viaje en tren. "Vengo mareado -le dijo al amigo que fue a recogerlo-. Me tocó viajar de espaldas a la dirección que el tren llevaba, y eso siempre me marea": Le pregunta el amigo: "¿Por qué no le pediste al pasajero que iba enfrente que cambiara contigo de lugar?". "Imposible -contesta el tonto roque-. En el asiento de enfrente no iba nadie". Hamponito le dice a su papá: "Anoche mi amigo Caco y yo compartimos un taxi: él se robó el radio, y yo las copas de las llantas". La esposa de B.B. Rey, famoso artista, decidió darle una sorpresa con motivo de su cumpleaños. Fue con un experto tatuador y le pidió que le pusiera una B en una pompa, y una segunda B en la otra. Cuando llegó la fecha de la celebración la señora se plantó ante su célebre marido, que estaba en la sala de la casa leyendo su periódico. De espaldas a él se levantó las faldas. Inclinada, le mostró el tatuado nalgatorio. B.B. Rey mira aquello y luego le pregunta, suspicaz: "¿Quién es Bob?". Por primera vez aquel muchacho manejaba el camión de volteo de su padre. Iba a entregar una carga de estiércol para abonar el campo de un granjero. Movió por equivocación una palanca; la caja se levantó, y el camión dejó caer toda su carga antes de tiempo. Exclamó el muchacho, preocupado: "¡Caramba! ¡Mi padre se va a enojar bastante!". Preguntó el granjero: "¿Dónde está tu papá?". Responde el jovenzuelo: "Abajo del estiércol". Un contratista de albañilería se presentó con el doctor Ken Hosanna y le dijo que sufría un caso grave de constipación. "Hace tres días que no exonero" -le informó con lenguaje culterano. "Desvístase usted -ordenó el médico-. Procederé a examinarlo". Después de la revisión correspondiente el galeno trajo un bate de beisbol y le dio repetidos golpes al paciente en la parte posterior. "Ahora vaya al baño" -le indicó. Fue el hombre, y regresó muy satisfecho, con expresión de alivio. "Resolvió usted mi problema, doctor -le dijo con agradecimiento-. Aconséjeme ahora: ¿qué debo hacer en el futuro para evitar un nuevo caso de constipación?". Prescribe el médico: "No se siente en los bultos de cemento". Aquel señor fue al jardín de su casa y vio el espectáculo más asombroso que cualquiera habría podido imaginar. He aquí que un diminuto ratoncito le estaba haciendo el amor al gato en forma apasionada, sin que el minino pudiera hacer nada para librarse de los lúbricos impulsos de aquel cachondo roedor. Al día siguiente el señor volvió al jardín, y lo que entonces vio lo dejó más pasmado todavía: el rijoso ratón estaba ahora dando cuenta del perro de la casa, un enorme y feroz dóberman que no obstante su gran alzada y su bravura se veía obligado a aguantar el salaz asalto del lujurioso ratoncillo. Movido a curiosidad por la desatentada sicalipsis de aquel tremendo roedor, el hombre le puso una trampa en forma de jaula, y lo cazó. Fue a la alcoba donde su esposa se encontraba, y le mostró al ratón. Ella lanzó un grito de espanto, y se cubrió la cabeza con las sábanas. "Pero, mujer -le dice con una sonrisa el hombre-. Se trata sólo de un insignificante ratoncito". "¡Llévatelo inmediatamente! -le exige ella-. ¡No sabes lo que me hizo la otra noche!". FIN.